Aineto es uno de los pueblos abandonados que sus ahora vecinos decidieron repoblar en los años 80, formando el colectivo Artiborain. Tras conseguir legalmente la cesión del uso de terreno --en su día como arrendamiento de montes--, fueron logrando servicios como el agua corriente --en 1990-- y los desagües, cuatro años más tarde. Contaron para ello con apoyo técnico y algo de financiación de la DGA, por lo que entienden que esta debería saber que su sistema no contamina.