Un joven de 24 años, vecino de Cuarte de Huerva fue detenido por la Policía Local el pasado sábado por un presunto delito de detención ilegal en grado de tentativa sobre una niña de 9 años que se encontraba en las ferias de la localidad. La reacción de uno de los feriantes disuadió al individuo, que contaba con antecedentes policiales por delitos de lesiones y se encuentra en tratamiento psicológico, y que, según indicaron los agentes, había ingerido sustancias psicotrópicas antes de intentar llevarse a la menor. Un día después, quedó en libertad con medidas cautelares hacia la niña.

Era mediodía del sábado en Cuarte, que celebraba sus fiestas patronales entre la algarabía de una carrera de autos locos en el entorno del parque donde también se encuentra el recinto ferial. Fue entonces cuando el propietario de una de las atracciones que ayer no quiso desvelar su identidad detectó un comportamiento inusual por parte de un joven.

"Llegó sin camiseta y vino directo al grupo de chavales que estaban sentados en las escaleras", recuerda el feriante, que prefiere mantener el anonimato. Según su testimonio, el joven que media hora después fue reducido por tres agentes de la Policía Local en un calle adyacente, cogió a la niña de 9 años una primera vez del brazo. "Yo estaba en la garita, porque tenía la atracción en marcha, pero me di cuenta de que algo iba mal cuando oí que la chiquilla gritaba que no quería irse con él".

Cuando el detenido agarró de nuevo a la menor "incluso levantándola de la escalera", puntualizó el propietario, le preguntó a la niña si conocía de algo al hombre que intentaba sacarla del recinto. "Me dijo con cara de miedo que no, y entonces le dije al chico que aire, si no quería que bajase", relata. Sin mediar palabra, el joven, vecino de Cuarte desde hace un tiempo, se marchó del lugar.

Para el feriante, solo hizo "lo que podría haber hecho cualquiera", y coincide con él el alcalde de la localidad, Jesús Pérez, que manifiesta que en un lugar abarrotado la situación difícilmente habría llegado a mayores. Tras el susto, los padres agradecieron al feriante su gesto, y esa tarde los niños solo se acercaban a su atracción. "Me decían que era su héroe, pero yo no me siento así", manifestó el feriante.