--¿Cómo definiría el estado actual de las finanzas municipales ante este año de recortes?

--La situación es complicada porque sigue habiendo una disminución de ingresos por la crisis y el Estado nos prohíbe la financiación a largo plazo. En la práctica nos obliga a hacer recortes en los gastos y a aumentar ingresos para mantener los servicios públicos más esenciales. Va a ser un año duro pero espero que sirva para estabilizar los ingresos y gastos.

--¿Es capaz de garantizar que ningún servicio correrá peligro?

--Sí, eso se va a poder mantener. Lo que pasa es que ahora tenemos que definir claramente qué es un servicio esencial, qué hay que mantener y de qué se puede prescindir. Pero los ciudadanos deben tener claro que sea cual sea su nivel de renta tendrán garantizado el acceso a los servicios públicos. A partir de ahí, habrá algunos por los que haya que pagar más. El transporte, por ejemplo, seguirá siendo subvencionado pero hay que reducir la subvención. En el resto de servicios, todo el mundo tiene que saber que su precio se va a tener que ir acercando al coste real.

--¿Qué servicios considera que no son esenciales?

--Si fueran los que define la ley es muy sencillo. El agua, la recogida de basura, la limpieza... Otros, como las casas de juventud, las ludotecas, escuelas infantiles o centros de tiempo libre, la ley no nos obliga a tenerlos pero aquí hay una tradición histórica importante y los mantenemos. Y queremos seguir haciéndolo, pero a lo mejor la gente debe pagar más parte de lo que cuesta mantenerlos.

--¿Cómo se puede hacer ese equilibrio entre ingresos y gastos ahora que conocemos la subida de impuestos y tasas?

--El Gobierno de España ha decidido que tenemos que reducir 36 millones de gasto. Habrá que obtener más ingresos a la fuerza porque si no la reducción de gasto sería excesiva. Por eso hay que poner en marcha una oficina de venta de patrimonio. Pero además, algunos de los precios fijados para los servicios van a subir, incluso este mismo año, por encima de lo que ya habíamos decidido. Y así no reducir tanto en gasto. Los ingresos corrientes tienen que estar por encima de los gastos corrientes, porque sino no vamos a poder reducir la deuda acumulada.

--¿Qué precios públicos podrían variar aún este mismo año?

--En servicios como las piscinas o los polideportivos igual tienen que pagar más por utilizarlos. O igual se paga más por los centros con calefacción que por los que no la tienen. O pensar en reducir el gasto de luz de los campos de fútbol. En las tasas medioambientales hace tiempo que Europa nos está diciendo que hay que cubrir el coste real para garantizar su mantenimiento. Algún ayuntamiento ya ha renunciado a asumir la limpieza de los colegios y habrá que hablar con la comunidad autónoma de esta y otras competencias. Eso va a llegar. Hay que aclarar quién tiene que pagar qué.

--¿Es posible que haya una nueva subida en el recibo del agua?

--Es posible que lo tengamos que replantear pero me tengo que poner de acuerdo con otros grupos políticos. No hay una previsión de lo que puede subir a lo largo del año, pero sí del ahorro que hay que conseguir servicio a servicio, y eso se podrá hacer reduciendo el gasto o subiendo el precio para el usuario.

--¿La gente podría pensar que o se vende suelo o patrimonio o se le subirá el recibo del agua?

--Hay que determinar de dónde reducir gasto para que los ingresos corrientes estén por encima de los gastos. Y todos los ingresos suplementarios se dedicarán a pagar deuda.

--¿Cómo está ahora ese balance entre ingresos y gastos?

--No me atrevo a cuantificarlo pero en el 2011 los ingresos son bastante menores que los gastos corrientes. Y eso es un problema.

--¿Se ha logrado reducir la demora en el pago a proveedores?

--En lo fundamental no, pero algunos están mal y otros menos mal. Pero los que han sufrido más problemas en el pago son las grandes contratas.

--¿Se les va a pedir más esfuerzo a las grandes contratas?

--A todos se les va a pedir. Pero lo que hay que decidir es qué se puede hacer para gastar menos sin afectar en esencia al servicio que prestan a la ciudad.

--Se ha hablado de medidas como no recoger la basura todos los días o similares. ¿Qué considera que puede ser prescindible?

--El problema es que cualquier medida de este tipo puede repercutir en el empleo. Pero es el momento de tomar decisiones y en ese estudio tendremos que entrar antes de la elaboración del presupuesto, que espero que esté hecho en febrero.

--¿Hay alguna medida que tenga claro que se puede adoptar?

--Tengo algunas ideas pero prefiero no avanzar nada por ahora.

--Este año tiene la oportunidad de meter mano a la contrata del autobús. ¿Qué fórmula y qué nivel de gasto sería un éxito?

--Que la subvención que se preste represente solo el 40% de su coste. Y que el resto se cubra con lo que paguen los usuarios.

--¿Puede haber otra subida?

No lo creo. Lo que se va a producir es que con la incorporación del tranvía habrá que reestructurar todas las líneas de autobús, al

gunas no podrán mantenerse y se va a producir un reajuste y una reducción del gasto muy fuerte. Lo que no puede ocurrir entre el tranvía y el autobús es que se incrementen los gastos, al menos deben mantenerse.

--¿Se puede permitir Zaragoza un año sin inversiones?

--Venimos de unos años en los que la inversión ha sido muy fuerte, y en infraestructuras y equipamientos la ciudad está a un nivel muy fuerte. Sin inversiones no va a estar. Y no hay que olvidar que tenemos en marcha unas obras del tranvía con una gran inversión.

--¿Habrá dinero para una segunda línea del tranvía?

--Lo habrá en función de la utilización y la rentabilidad que ofrezca la línea, porque eso garantizará que haya entidades dispuestas a facilitar la financiación necesaria. Pero si no la hay no se podrá hacer.

--¿Quién va a sufrir más esos recortes que se avecinan?

--En políticas sociales no habrá ninguno. En el resto del gasto, todo. Y en las ayudas a entidades ciudadanas quizá lo que pase es que se reduzca la cuantía, pero hay que priorizar. No vale repartir para todos, hay que subvencionar a quienes prestan un servicio a la ciudad.

--¿Qué opinión cree que tiene el ciudadano de la subida de impuestos y tasas?

--A pesar de las críticas del PP aquí, ha tenido que subir los impuestos también desde el Estado. Ahora su portavoz puede protestar en Madrid. La gente tiene muy asumido que hace falta recortar, más que los políticos y que los sindicatos. Y les sorprende más lo que decimos que lo que hay que hacer.

--¿No es capaz la Administración de hacer más por las economías domésticas?

--Nos están imponiendo que reduzcamos gastos. Lo único que podemos hacer es no tocar las políticas sociales, que no disminuyan ni desaparezcan. Aún así hay que priorizar, primar en las subvenciones a quienes dan un servicio a la ciudad mucho más importante. Y si un spa no es esencial, ¿por qué pagar lo que cuesta para mantenerlo?