--Lleva tres meses al frente de las finanzas municipales, ¿cuáles son las decisiones más urgentes a adoptar?

--Decisiones hemos tomado muchas y muy rápidamente. La situación financiera no es buena y lo veremos con la auditoría. Algunos datos ya los conocemos, como los 45 millones por sentencias condenatorias, de los que la mitad es de los intereses de demora o por la infradotación de partidas en servicios que, sabiendo que cuestan 45 millones al año, aparecen en el presupuesto con solo 23 y luego el impago acaba en los tribunales. También había cánones de concesiones que no se han cobrado o la deuda de la DGA, que sigue apareciendo sabiendo que no se iba a cobrar. Hoy ya son 56 millones.

--¿Qué va a pasar con ella?

--El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, las reclamaba cuando estaba de vicealcalde, pero ahora yo le mandé el pasado lunes casi cuatro kilos de papeles, decenas de gigas con documentos firmados por él mismo que la justifican y aún no he tenido respuesta. Nos enfrentamos a una época muy difícil, porque siguen aumentando las necesidades y se reducen los ingresos.

--¿Va a haber dinero para pagar todo este año?

--Los servicios básicos se van a mantener. Ninguno se verá recortado pero hay que hacer otra política económica y fiscal que permita mantener los gastos y aumentar los ingresos. Porque mi voluntad es que el próximo presupuesto refleje el coste real de estos servicios y creo que estaremos abocados a un plan de pagos con las contratas para atender todas las obligaciones, negociando las formas y los tiempos de pago. Sin olvidarnos de que la prioridad es atender la emergencia social que se está viviendo.

--¿Falta dinero para pagar servicios todo el año?

--El autobús, la limpieza viaria y el mantenimiento de los parques son los más infradotados. En algunos casos harán falta hasta 7 millones de euros más para llegar a final de año.

--Ese plan de pagos dependerá de la buena fe de unas contratas a las que se les está apretando

--Un contrato está para cumplirlo. Otra cosa es que solo haya una única opción de pagarles.

--Antes hablaba de la deuda de la DGA. ¿Cuánto debería pagar de forma inmediata a Zaragoza?

--Lambán se comprometió a que hubiera una Ley de Capitalidad en la primera parte de la legislatura y a pagar esa deuda. Además, Gimeno hablaba no hace tanto de que a Zaragoza le correspondían 100 millones anuales por las competencias impropias y otros 50 de fondo de capitalidad. Si mantiene esas cifras no le voy a poner ni siquiera un mínimo para empezar a hablar. Pero ambos sabemos que tenemos que hablar ya y que las cifras las puso él, no yo.

--Sobre los impagos, ¿es crucial que la DGA pague, como mínimo, el tranvía este año?

--El presupuesto del 2016, sea cual sea tras la negociación con la oposición, nacerá muy cojo, irreal e insuficiente sin esos 56 millones de la DGA. Tienen que pagar y podemos negociar cómo pero no si hacerlo o no.

--¿Cómo piensa aumentar los ingresos municipales?

--La mayoría de los impuestos y tasas van a ser congelados, aunque algunos bajados y otros subidos. Y todo con criterios de progresividad fiscal en función de la renta. Sobre todo tenemos que trabajar para que el IBI no le suba a los que menos tienen. Si no hacemos nada supondrá una subida lineal del 27% pero estoy seguro de que no va a ocurrir.

--¿Y cuáles van a subir?

Por ejemplo el de Actividades Económicas para empresas que tienen una facturación anual de un millón de euros o más, no a pymes y autónomos. Hay grandes firmas comerciales que pagan un tributo muy reducido. Y revisaremos el callejero fiscal.

--¿Y con el de la plusvalía?

--Tiene que reducirse cuando se trate de herencias de la vivienda habitual. No puede ser que tengan que acudir a un préstamo bancario para mantener su casa. Queremos bonificarlo lo máximo que la ley permita.

--Pero este impuesto ha sostenido mucho los ingresos.

--Nuestros cálculos son que esa bonificación dejará de proporcionar unos dos millones de euros. Pero hay que acordarlo con el resto de partidos.

--¿Habrá nuevos precios públicos o tasas en el 2016?

--No. Sigue sin haber una ley de financiación municipal y los ayuntamientos estamos asfixiados por Hacienda, con poca capacidad para generar nuevos ingresos, aumentar la recaudación o decidir sobre nuestra vida.

--En el caso del IBI, ¿cómo hará que no se incremente el recibo?

--Bajando el tipo del IBI a todo el mundo estamos haciendo un gran favor a toda la población y manteniendo la presión fiscal sobre las rentas más altas conseguiremos mantener la recaudación o incluso aumentarla. Pero estamos muy limitados.

--¿Si se baja el tipo se perderán ingresos para el 2016?

--Igual hay que modificar también las características del cobro y hacer especial hincapié en los usos, dejando en paz a los industriales y aumentarlo a los que tienen usos comerciales.

--¿Es optimista de cara a tener un presupuesto mayor en 2016?

--No tengo más remedio, estoy convencido que los 31 concejales trabajaremos para el beneficio de la ciudad, para eso nos pagan.

--Dijo que renegociaría los créditos bancarios para reducir el interés. ¿Alguno ha respondido?

--No, todavía no. Todo se va a pagar, pero hay que seguir batallando con el cómo.

--¿Les ha dejado de pagar como se dijo en campaña electoral?

--No, ni se dejará. Pero el interés al que nos lo prestan es mucho mayor al que a ellos se lo presta el ICO. Eso es inmoral.

--¿Eso no le hace pensar que no podrán cumplir su promesa?

--Ya veremos. Difícil es, imposible no hay casi nada. Solo espero que entiendan que no pueden seguir exprimiendo a la gente.

--¿Y si no se da ese cambio?

--Yo soy optimista.

--¿No hay un plan b?

--Siempre hay un plan b, pero soy optimista.

--Este año finaliza el paréntesis abierto para pagar el canon de saneamiento, ¿qué va a pasar?

--Zaragoza no tiene por qué pagar por un canon y un plan de depuración que no compartimos. Es un pago injusto, pero también lo defendía Gimeno. Ahora tiene una oportunidad histórica, que ojalá tuviera yo, de atender las exigencias que él mismo defendía de concejal.

--¿Qué novedades va a haber en las fiestas del Pilar?

--En gran medida estaban hechas antes de que entráramos en el Gobierno, pero estamos introduciendo cambios que ayudan a pensar cómo podrían ser las del futuro. Zaragoza, cuando pase el Pilar, tiene que enfrentar un debate abierto y transparente sobre el modelo de fiestas. Hay cosas buenas y otras adocenadas. Tendría que ser una gran fiesta, una demostración de actividad cultural y una oportunidad de proyección exterior, en España y en el extranjero. Aunque comenzarán a verse ya cambios como la descentralización en los barrios, aumentando las actividades en la calle y recintos cerrados pero de acceso libre.

--El balcón consistorial tendrá más invitados para el pregón.

--Este año habrá ciudadanos en el balcón junto el alcalde y la pregonera en un acto que ahora solo estaba abierto a periodistas, patrocinadores y políticos.

--¿Por qué se decidió sacar a concurso público la coordinación de actos como la Ofrenda?

--Eran trabajos que hasta ahora se asignaban a dedo. Han sido los únicos que nos ha dado tiempo, el próximo año serán todos.

--¿Va a ir a la Ofrenda?

--Claro que voy a ir, yo siempre me he vestido de baturro el día del Pilar, me paseo y me tomo el vermú después con mis amigos. Y lo seguiré haciendo, pero como ciudadano. A la misa de después no voy a ir, ningún miembro del Gobierno lo hará, pero porque es un acto religioso al que todos los concejales pueden ir pero a título individual, no representando a la ciudad. ¿Qué hay de raro en eso?

--¿Mantendría las vaquillas?

--La ciudad tiene que asumir ese debate, si quieren reflexionar sobre las vaquillas o los actos religiosos. Creemos que las vaquillas son vejadas como animales y que sufren estrés, pero este debate tiene que enfrentarlo la ciudadanía. Esto no significa que el ayuntamiento no pueda evitar el maltrato animal como con la supresión de las ocas en la Cabalgata de Reyes. Pero el consistorio no tiene competencias en la plaza de toros.

--¿Qué va a pasar con los grandes recintos en el futuro?

--Los contratos y convenios firmados por la anterior corporación siguen en vigor. Pero en la redefinición de las fiestas vamos a proponer otros nuevos recintos. Echo en falta una carpa social o una vinculada a los productos agroecológicos, o más espacios en los distritos, más pequeños y que amplíen la oferta. Así se evitarán las exigencias de desplazamiento y los problemas de movilidad que estos grandes recintos generan. Los vecinos de Valdespartera y Actur se quejan de tenerlos allí. ¿Y adónde los llevamos? La solución pasa por diversificar la oferta.

--¿Sigue apostando por las actividades gratuitas y en la calle?

--El Pilar podría convertirse en el gran festival europeo de las artes de calle del sur de Europa. Estamos en otoño, hace buen tiempo y la ciudad está bien comunicada. Tenemos que lograr que sea un gran festival callejero. Otras son conocidas pero tienen un recinto cerrado y de pago, pero Zaragoza cada año está más volcada en la calle