«Una persona minusválida me decía el otro día que no había podido entrar nunca a la cafetería del hospital Miguel Servet. Eso ya es historia». Las palabras de Juan Ramón Portillo, director del centro sanitario zaragozano, dejan al descubierto un bochorno que se ha prolongado durante demasiados años. El principal espacio de hostelería del hospital más importante de Aragón no cumplía la normativa acerca de la supresión de barreras arquitectónicas.

El próximo lunes, fecha prevista de apertura de la nueva cafetería, se estrenará un espacio que, más allá de doblar los 550 metros cuadrados del anterior recinto, será, al fin, apto para todos los públicos. «Está diseñado sin barreras arquitectónicas ni sensoriales. Se han utilizado contrastes cromáticos que ayudan a personas con visión reducida, pantallas con información de los menús para personas con discapacidad auditiva, mobiliario adecuado para todo tipo de sillas de ruedas, además de accesibilidad en los baños, puertas correderas, altura de espejos regulable, tirador de llamadas o recorrido guiado por el suelo», enunció el director del centro.

En este sentido, la aportación y el asesoramiento técnico del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha sido esencial. Esta entidad, que en Aragón representa a 33 asociaciones de personas con diferentes minusvalías, ha sido la encargada de ir informando de distintas medidas que afectan desde la señalética hasta, por ejemplo, la altura de las mesas para que pueda caber una silla de ruedas.

Y no solo eso. La cafetería, que por fin verá la luz tras un intento baldío hace una década, modificará sustancialmente su oferta gastronómica para adaptar su menú a celiacos, intolerantes, veganos o vegetarianos. «Se dará servicio a todo tipo de usuarios, a los que se quiere trasladar la sensación de estar en un restaurante de la calle», expuso el responsable de proyectos y obras de la adjudicataria, la empresa Mediterránea.

Con una inversión de 1,6 millones de euros, el nuevo espacio, ubicado en las antiguas cocinas del hospital, entre el General y la Maternidad, alberga áreas diferenciadas para usuarios -que dispondrán de un sistema destinado a recabar su información sobre las instalaciones- y personal, además de una zona especial para los niños.

La cafetería, muy demandada por la comunidad sanitaria, tiene capacidad para 300 personas -150 en el espacio destinado a los usuarios y otras tantas al de personal-.

Además, también se van a incluir novedades en las máquinas de vending, con la puesta en marcha, de forma piloto en Urgencias del General y del Infantil y en la planta baja del General, de una línea de productos saludables (fruta, zumo natural o yogures).