Cuatro años de prisión, la imposibilidad de volver a sentarse al volante por tiempo de seis años y el pago de una indemnización de 658.612 euros a los familiares. Esa es la solicitud de pena que acaba de realizar la Fiscalía Provincial de Zaragoza para Leoncio Moreno Pérez, el hombre que en agosto del 2016 arrolló mortalmente a dos cicilistas en la N-330, a la altura del término municipal de Botorrita (Zaragoza).

El ministerio público considera que este hombre, vecino de La Muela, es autor de un delito contra la seguridad vial, además de otros dos por imprudencia grave. La pena que propone la Fiscalía se enmarca en las peticiones de hasta seis años de privación de libertad que ya realizaron los letrados que representan a las víctimas de los fallecidos, Virginia Laguna e Ignacio Íñiguez.

En el relato de hechos del trágico accidente en el que murieron Enrique Comín y Alberto Martínez, destaca que el procesado iba bajo los efectos del alcohol en el momento del siniestro. Apunta que tenía las «facultades físicas y psíquicas totalmente disminuídas» y se basa en que arrojó 0,76 miligramos de alcohol por 1.000 centílitros cúbicos de aire expirado y en su comportamiento tanto previo como posterior al atropello.

«Presentaba -en el momento del arresto-síntomas evidentes de haber bebido como intensa alitosis alcohólica, dembulación titubeante, habla pastosa, agotamiento, cansancio, rostro sudoroso, pupilas algo dilatadas y conjuntiva hemorrágica».

A ello suma el temor que Leoncio Moreno Pérez provocó, varias horas antes al accidente, a otros conductores que circulaban por la A-23, en sentido Huesca. «Iba en zigzag, acelerando y desacelerando sin motivo, llegando a colisionar con unas balizas de la carreteras», recalca la acusación pública.

En dicho escrito se destaca que las víctimas mortales hicieron un uso correcto de las normas de seguridad, ya que iban por el arcén. Fueron embestidos porque el encausado invadió dicho espacio, «sin hacer la mínima manioobra evasiva». Leoncio Moreno Pérez frenó su turismo a 110 metros del punto de colisión, al darse cuenta de lo que acababa de provocar en la N-330.