El exagente Lars Sepúlveda Madsen, célebre por haber robado los más de 400 kilos de droga almacenados en la Jefatura de Policía sevillana en la que trabajaba, volverá próximamente a sentarse en el banquillo por narcotráfico, en la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Fiscalía pide 43 años y medio de prisión para los seis presuntos miembros de su banda, aunque será él quien afronte la mayor petición de pena (once años), en su condición de presunto cabecilla de la banda y por su reincidencia como narco. De hecho, se encontraba cumpliendo en régimen abierto la mitad de los 12 años de prisión que le acabaron imponiendo por el episodio de Sevilla cuando fue detenido por este.

Como ha venido informando EL PERIÓDICO, la operación Acorazado de la Guardia Civil se desarrolló el año pasado, después de que el instituto armado comenzara a investigar a la zaragozana María Yolanda M. L. que, según averiguaron, estaba buscando compradores para mover 30 kilos de droga de elevada pureza.

Previa autorización de la Fiscalía Provincial de Zaragoza, dos agentes se hicieron pasar por traficantes interesados en adquirirla, y mantuvieron varias reuniones con la ahora acusada, para la que piden seis años de prisión por narcotráfico y grupo criminal. Los mismos que para David D. A., uno de los presuntos negociadores de la banda de Sepúlveda con el que acabó contactando en Madrid, después de otras gestiones fallidas con un banda latinoamericana.

Los acuerdos llegaron a buen puerto, y los compradores -los topos de la Guardia Civil- y la banda acordaron finalmente una reunión, el 13 de julio del año pasado, en un hotel madrileño. Como se suele ver en las películas, se alquilaron dos habitaciones, de forma que en una iban a estar los 10 kilos de droga (la primera de tres entregas) y en la otra el dinero, y no se intercambiarían hasta que se comprobase que todo estaba en orden. Sin embargo, a Sepúlveda le dio miedo que se tratase de un vuelco (robo de droga) y finalmente solo se trasladó un kilo, que fue lo que se decomisó cuando los agentes procedieron a detener a la banda.

Aun así, la cocaína era de elevada pureza, cercana al 80%, por lo que está valorada en 98.800 euros. Aproximadamente los 100.000 de multa que tendrían que pagar cada uno de los seis acusados, según la Fiscalía.

Junto a los citados, se sentarán en el banquillo como miembros de la banda Hobed Henrique B. P. (también reincidente, que afronta siete años y medio), encargado de custodiar la droga; Manuel P. P., mano derecha de Sepúlveda (7 años) y Pablo H. C., otro integrante del segundo escalón de la organización, con David D. A., al que también piden seis años.