Cristóbal M. M., pareja, padre de su hija y presunto asesino y descuartizador de la joven Vanessa Barrado en la casa que ambos compartían en Cadrete, debería pasar 22 años y nueve meses en prisión, según los cálculos de la Fiscalía, que acaba de presentar en el Juzgado de Violencia sobre la mujer número 2 de Zaragoza su escrito de acusación para el futuro juicio con jurado. Para los tres hermanos del supuesto asesino pide cinco años y nueve meses.

El grueso de la pena lo integran el asesinato y su encubrimiento, con 20 y tres años, respectivamente. Pero también les acusa de delitos de estafa, hurto e integración en grupo criminal. Los dos primeros por vaciar las cuentas de Vanessa, para aprovecharse de su muerte y a la vez aparentar que seguía viva, y por vender sus joyas.

Según recoge el ministerio público en sus conclusiones provisionales, Cristóbal M. M. mató a Vanessa en la noche del 28 al 29 de junio, en la casa en la que llevaban viviendo, junto a su hija de dos años (también pide que le retiren la patria potestad, en favor del padre de la víctima) y uno de los hermanos M. M., Juan Manuel, desde febrero de ese año. La mató tras una discusión porque ella iba a abandonarle.

ATAQUE Según refleja el escrito, Cristóbal fue a la cocina a por un cuchillo, cogió a Vanessa por detrás y la degolló. Luego se lo dijo a Juan Manuel, que estaba con la niña en otra habitación. Entre los dos, y con ayuda de un tercer hermano, Miguel Ángel, descuartizaron el cadáver y fueron sacándolo en bolsas de basura que depositaron en distintos lugares. Uno de ellos, la chopera de Cadrete donde unos agricultores los encontraron, y que propiciaron la detención de Antonio Losilla en Ricla al creerse que correspondían a su mujer, Pilar Cebrián.

Para tratar de beneficiarse de la muerte y a la vez ocultarla, sostiene la Fiscalía, los hermanos idearon un plan por el que fueron extrayendo la pensión que cobraba Vanessa por sus problemas mentales --de doble personalidad y trastorno agresivo--, para lo cual utilizaban gafas de sol y gorros y, en una ocasión, una peluca y una bata blanca, en el caso de Miguel Ángel M. M..

También, con ayuda de la hermana, Jessica M. M. --que también sabía la suerte que había corrido su cuñada--, vendieron las joyas de la joven en distintas casas de empeños. Todas fueron recuperadas por la Policía.

Además de la cárcel, Fiscalía pide multas e indemnizaciones que suman 132.480 euros.

Una vez presentada la calificación fiscal, podrá hacer lo propio la acusación particular, antes de que las defensas --ejercidas por los letrados Carmen Sánchez, María José Andrés, Laura Vela, Soraya Laborda y Javier Osés-- expongan sus argumentos.