La próxima semana comenzará un juicio en la Audiencia Provincial de Zaragoza por la muerte de Pedro Manuel Cardo a manos, supuestamente, de Edgar Leonardo Montaño Sánchez. El jurado que saldrá elegido para este caso podrá observar algo inusual: que la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por el abogado Juan Carlos Macarrón, no coincidan al describir un crimen.

Los dos coinciden en que el autor del asesinato es el joven que se sentará en el banquillo, pero el ministerio público reconoce que éste se equivocó de persona a agredir.

En el escrito de acusación al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, el fiscal señala que Edgar Leonardo Montaño Sánchez fue abordado por dos individuos el día de los hechos --el 1 de diciembre de 2013-- al llegar a su portal en la calle Santander de la capital aragonesa. Afirma que le agarraron del cuello, le tiraron al suelo y le dieron patadas para quitarle la chaqueta que llevaba.

En un momento consiguió zafarse de ellos y subió a casa donde cogió dos cuchillos y salió de nuevo a la calle, diciendo a su esposa: "Los he visto bien y sé para dónde han ido, los voy a alcanzar, llama a la Policía". El acusado, recalca la Fiscalía, se dirigió en busca de estos dos individuos, coincidiendo con un hombre que caminaba por la acera, con la capucha puesta y escuchando música. Entonces "el procesado creyó que era una de las personas que le habían asaltado anteriormente y movido por el resentimiento le clavó en el pulmón un cuchillo de 25 centímetros".

Una reconstrucción de hechos diferente a la del abogado de la familia de la víctima, quien señala que Edgar Leonardo Montaño Sánchez intentó atracar a la víctima, pero al contestarle que "no llevaba nada", aprovechó que le dio la espalda para matarle. Macarrón no duda en señalar que el fin era "un objetivo patrimonial".

El procesado se enfrenta a penas que van entre los 18 y los 20 años de prisión que solicitan respectivamente las acusaciones pública y privada.