Las ventas de flores alcanzaron el pasado lunes, antevíspera del día de Todos los Santos, su punto álgido, a pesar de que estas han decaído con respecto al pasado año. «Nunca habíamos tenido una antevíspera igual. Normalmente, el día con más movimiento suele ser hoy -por ayer- y está siendo muy tranquilo», afirmó ayer Cristina Villafranca, responsable de Flores Cristina que está instalada a las puertas del cementerio de Torrero, en Zaragoza.

El encargado de Flores Marisa, Luis Villafranca, y familiar de Cristina lo confirmó aunque aseguró que cada año «la gente compra menos. El problema también está en que nosotros compramos la mercancía cada vez a un precio y, al venderlas, no podemos cambiar su valor de cara al público porque si no, aún perderíamos más». Además, este ha sido uno de los factores que ha influido en la congelación de precios de estos productos, sin olvidar la crisis económica.

El producto más demandado este año sigue siendo el clavel. «Es el rey». En Flores Hnos. Estatuet, según Pilar Estatuet, encargada de la tienda, el gladiolo «también ha tenido mucho éxito».

Por debajo, los clientes se decantan por rosas, margaritas, liatris, gerberas y anthurium, unos ejemplares más económicos que se importan del extranjero.

Numerosos ciudadanos se adelantaron y el cementerio comenzó, hace unos días, a lucir los colores rojo y blanco, ya que «es un clásico y son los tonos que más se están vendiendo», señaló Luis.

Sin embargo, Carmen Alonso, florista en el establecimiento de La Rosaleda situado en el centro de la ciudad, indicó que la mayor demanda han sido centros elaborados con flores exóticas, como lirium, anthurium o lisianthus -que se trata de una rosa japonesa-. «Todavía esperamos las ventas de la semana que viene porque muchos de nuestros clientes, pasados unos días, suelen adquirir centros o ramos de tela para mantenerlos en los nichos el resto del año», añadió Alonso.

QUEJAS / Los comerciantes instalados en el cementerio de Torrero reclaman mayor flexibilidad a la hora de que un turismo pueda parar para adquirir las flores. «La Policía pone muchos problemas y nos perjudica porque nos hace perder ventas», protestó Estatuet. «Estamos cobrando y los agentes obligan a irse tan deprisa que los clientes casi no saben ni lo que hemos cobrado. No hay derecho», criticó Estatuet.

Además, la parada para coger la línea urbana de autobús se ha establecido frente a estos comercios y, tanto Villafranca como Estatuet, protestaron porque «restan visibilidad e, incluso, no nos dejan a nosotros descargar la mercancía».