Los fogonazos que dejó el diestro valenciano Román a los dos toros más manejables de la tarde, de Alcurrucén y Ana Romero, respectivamente, fue lo más destacado del concurso ganadero con el que abrió hoy la Feria de San Jorge de Zaragoza, cuyo premio al toro más bravo quedó desierto.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de: Partido de Resina, manso y rajado; Cuadri, bronco y complicado; Alcurrucén, un punto blandito pero dejándose mucho; El Ventorrillo, de escaso fondo; Flor de Jara, con peligro; y Ana Romero, manejable sin más. Corrida en conjunto de excelente presentación.

Rafael Rubio "Rafaelillo", silencio y palmas.

Alberto Álvarez, palmas y palmas tras aviso.

Román, vuelta al ruedo y silencio.

Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Florentino Ballesteros, torero zaragozano nacido el 11 de enero de 1893, y que hoy hace justo 100 años que un toro de la ganadería de Benjumea le infirió una gravísima cornada en el pecho, que, a la postre, le costaría la vida, en la antigua plaza de Madrid, de la carretera de Aragón.

Ballesteros alternaba aquella tarde junto a Manuel Mejías Bienvenida y Joselito el Gallo. Murió dos días después de sufrir la fatal herida, el 24 de abril de 1917, en un hospital de la capital de España.

Una vez finalizado el festejo el jurado decidió dejar desiertos los premios destinados al mejor toro y al mejor lidiador, mientras que el de mejor picador fue a parar a Pedro Iturralde.

La plaza registró menos de media entrada en los tendidos.

FALTÓ LA CASTA

No tuvo un resquicio de bravura el primero del concurso ganadero, de Partido de Resina, un toro de preciosa lámina y que manseó en todos los tercios, saliendo siempre suelto de los tres encuentros en el caballo, doliéndose en banderillas y rajándose a las primeras de cambio en la muleta. A Rafaelillo no le quedó otra que tirar por la calle del medio y abreviar con él.

Tampoco brindó demasiadas opciones el "cuadri", que saltó a la arena en segundo lugar, otro astado que apenas peleó en varas, y que, a diferencia del anterior, desarrolló mal estilo en el último tercio, frenándose y con la cara por encima de las hombreras de Alberto Álvarez, que brilló con el percal, y que apenas pasó de voluntarioso en un trasteo muy bien rubricado con la tizona.

Al tercero, de Alcurrucén, lo pusieron cuatro veces en el caballo, si bien no acabó tampoco de emplearse, y fue el que mejor son tuvo en el último tercio, un punto blandito, pero dejándose mucho. Román, que gustó a la verónica, anduvo fácil y solvente, aunque sin acabar de "meterse" con su oponente, que fue ovacionado en el arrastre antes de que el valenciano diera la vuelta al ruedo.

El de El Ventorrillo, que hizo cuarto, derribó al picador de turno en el tercer encuentro que mantuvo con el montado. No fue bravo tampoco el animal, al que Rafaelillo recibió de manera vibrante con dos largas de rodillas y varios lances posteriores de buena ejecución. Y se apagó pronto también el astado en la muleta, sin ánimo de embestir. El murciano tampoco se dio aquí demasiada coba.

El quinto fue un "santa coloma" de Flor de Jara que, tras tres puestas en el caballo, no le puso las cosas fáciles al local Alberto Álvarez, desarrollando mucho sentido casi desde salida. Pasó un quinario el zaragozano, que sorteó miradas, arreones y tarascadas, librándose de milagro de a cornada.

Cerró plaza otro "santa coloma" de Ana Romero que, sin ser un dechado de bravura, fue el que mejor pelea hizo en varas. Se dejó también el astado en la muleta y nuevamente se vio a un Román entregado de principio a fin en una faena que podría haber sido de oreja de no fallar con los aceros.