El Cercanías de Zaragoza por fin tiene un plan de futuro. El Ministerio de Fomento rubricará en octubre el protocolo de colaboración con el ayuntamiento, que ya han pactado ambas partes con Chunta Aragonesista, para crear en la red cinco apeaderos más e invertir en los próximos cinco años más de los 120 millones de euros inicialmente previstos. Así, si se cumple, en el 2017 la línea actual quedará ampliada a otras cinco paradas: dos en el entorno de Plaza y una en La Cartuja, Alagón y Villanueva de Gállego. Esta última es la principal novedad en cuanto a nuevas estaciones de un plan de inversiones en el que, por razones técnicas, han quedado excluidas las de Cuarte, Cadrete y María de Huerva.

Pero el mayor compromiso será el de aumentar la capacidad del túnel de Goya con el denominado Plan de Transformación al ancho UIC para la red arterial ferroviaria de Zaragoza. Fomento se comprometerá por escrito a acometer la instalación de una segunda vía de ancho internacional que ofrece múltiples posibilidades a futuro, como mejorar los horarios de la línea de Cercanías, a la que se le permitiría usar incluso la infrautilizada vía del AVE, que solo la puede usar este servicio y en el tramo urbano de la línea (Goya) lo hace solo durante cinco minutos cada hora. El resto del tiempo queda vacía.

COMO UN METRO En definitiva, al margen de las consideraciones técnicas sobre cómo dotar de más capacidad al túnel de Goya, lo que va a notar al usuario es que permitirá al Cercanías triplicar sus frecuencias de paso y si ahora puede cogerlo cada hora, en el futuro podrá hacerlo "cada 15 o 20 minutos", señalaron fuentes consultadas del Ministerio de Fomento. Como tener un metro en la ciudad. Así lo definía ayer el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, en la visita realizada junto al secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, a las obras de la estación de Goya. Resulta curioso que lo más parecido a un metro para la capital aragonesa lo haya logrado CHA. Y es que esta ampliación de capacidad del túnel de Goya podría considerarse el triunfo más importante obtenido por los nacionalistas en la negociación con Fomento, además de conseguir el compromiso por escrito en ese protocolo de colaboración para que este plan de inversión tendrá consignación presupuestaria a partir del próximo año. Y para ello se encargarán ya los estudios previos para que en dos meses, a principios de diciembre, se pueda aprobar definitivamente.

Estos estudios definirán lo que se denominará el Plan de Infraestructuras Ferroviarias de Cercanías para Zaragoza (2012-2016) y consistirán en elaborar programas de renovación de activos que mejoren la red de infraestructuras y su cobertura, su capacidad, su calidad y fiabilidad de los servicios; otro programa de actuaciones en estaciones, tanto la modernización de algunos (como el deteriorado apeadero de Villanueva de Gállego) o la viabilidad de crear intercambiadores con otros modos de transporte (como el tranvía o el autobús); y estudios de demanda y viabilidad de los nuevos apeaderos a construir, así como de integración con otros servicios de transporte que permitan determinar las propuestas en cuanto a frecuencias.

En el caso de Plaza, se ha pactado con CHA poner en servicio dos apeaderos distintos, uno en la zona más próxima a Plaza Imperial y un segundo en lo que iba a ser la segunda estación del AVE en Zaragoza. Y es que este último proyecto para la terminal de viajeros se abandonaría para planificar otro muy distinto, más modesto y barato, que serviría como apeadero de Cercanías.

CON O SIN LA DGA Además, se piensa en esta terminal como la próxima parada de Arcosur y así en el futuro poder pensar en llegar a Cuarte, Cadrete y María de Huerva. En estos tres casos han acabado imponiéndose los impedimentos técnicos, como las dificultades de acceso desde el núcleo urbano a la estación. La de Cuarte es un claro ejemplo.

El ministerio ya ha remitido un borrador de este protocolo a la consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Aragón, que dirige Rafael Fernández de Alarcón, con quien se reunirá el ministerio el próximo día 5 de octubre. Entonces dará una respuesta sobre si se implica o no en este plan de inversiones para el Cercanías, un requisito necesario pero no imprescindible. Morlán ayer indicó que la presencia de la DGA es "fundamental" aunque este plan "se podría sacar adelante sin ella".

"Es necesario que esté la comunidad porque será la titular de este servicio ferroviario si quiere que se le transfiera, y porque ya han manifestado que quieren estar", explicó. Morlán y Belloch tratarán de que la DGA plasme su firma también en este protocolo de colaboración. Si lo hiciera ataría aún más este acuerdo, puesto que, si el PP ganara las elecciones, el nuevo Gobierno tendría más difícil explicar a Aragón que elimina este compromiso de inversión con el Cercanías de Zaragoza.