El compromiso del Gobierno de España con respecto al desdoblamiento de la N-232 sigue sumando hitos en respuesta a esta demanda histórica de Aragón. Si a inicios de este mes de julio, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ponía la primera piedra de las obras del tramo Mallén-Gallur, ayer sacaba a información pública el proyecto de trazado de la A-68 entre El Burgo y Fuentes de Ebro, en la provincia de Zaragoza.

El objeto del proyecto es la definición de las obras de duplicación de calzada del tramo de carretera convencional N-232 correspondiente a las variantes de ambos municipios, para su conversión en un nuevo tramo de la autovía. El presupuesto estimado de las obras a proyectar es de 75,7 millones de euros.

El tramo objeto del proyecto se encuentra comprendido en el itinerario de la N-232, de Vinaroz a Santander, entre los puntos kilométricos 206 a 224, aproximadamente, con una longitud de actuación de 18,7 kilómetros.

La propuesta de Fomento para esta zona consta de dos calzadas, con dos carriles de 3,5 metros cada una, arcenes exteriores de 2,5 metros, arcenes interiores de 1,50 metros y mediana variable. Se proyectan 19 estructuras y la remodelación de 5 enlaces existentes en la actual carretera N-232.

En la zona de actuación hay dos infraestructuras viarias: la autopista autonómica ARA-A1, de Villafranca de Ebro al Burgo de Ebro, que conecta con el tramo de actuación a través del actual enlace de El Burgo este.

ADAPTACIÓN

Las obras previstas para la conversión en autovía A-68 incluyen la adaptación de las obras de paso sobre la línea de ferrocarril convencional Madrid-Barcelona y sobre el Canal Imperial de Aragón, y en su tramo final, el cruce bajo el viaducto de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Zaragoza-Barcelona-Frontera Francesa.

La carretera N-232 se convertirá en la autovía A-68, y por lo tanto las intersecciones a nivel deberán eliminarse, con la consiguiente reordenación de accesos.

Asimismo, Fomento tiene pensado dotar de un nuevo acceso a los polígonos de El Espartal I y El Espartal II, mediante viales que conectan en el actual enlace de El Burgo Este. De hecho, las empresas situadas en dichos centros logísticos aportan un camión cada dos minutos a la vía.

En el proyecto de trazado se incluye la conexión final entre el tramo de autovía A-68 y la actual carretera N-232 a partir del paso bajo el viaducto de la línea del AVE Madrid-Zaragoza-Frontera Francesa, de manera que la transición a carretera convencional se efectúe en recta y resulte compatible con las previsiones realizadas para el siguiente tramo de la autovía A-68, correspondiente al estudio informativo Autovía A-68, Tramo: Fuentes de Ebro - Valdealgorfa, que se encuentra en tramitación ambiental.

El departamento que dirige De la Serna justifica este proyecto, asegurnado que «el corredor del valle del Ebro constituye la vía natural para el transporte por carretera desde el Mediterráneo hacia la cornisa Cantábrica, por lo que la conversión en autovía de la carretera N-232 constituye una actuación indispensable para aumentar la capacidad y mejorar la seguridad vial en un itinerario con gran intensidad de tráfico de vehículos pesados».

SATISFACCIÓN

La publicación en el Boletín Oficial de España (BOE) de este trámite ha sido recibida con «satisfacción» en las localidades seleccionadas para iniciarse este proyecto. El alcalde de El Burgo, Miguel Ángel Girón, y la de Fuentes, María Pilar Palacín, ambos del PSOE reconocieron que «este primer paso es importante porque es el inicio, aunque todavía queda mucho para verlo hecho realidad». «Por algo hay que empezar», señaló Girón, mientras admitía que la plataforma de municipios y empresarios creada para hacer presión sobre esta infraestructura «llevaba un tiempo que no recibía ningún tipo de noticia del Estado».

A partir de ahora se inicia el proceso de expropiaciones previo a la adjudicación de los trabajos. La contratación de las obras sigue sin tener fecha.