El Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Zaragoza ya han firmado el acta de cesión de la avenida Cataluña para su conversión en vía urbana del tramo comprendido entre la avenida Real Zaragoza y la rotonda de acceso a la factoría de Nurel.

Se trata del primero de los tres tramos en los que se dividió esta vía como consecuencia del acuerdo alcanzado en la reunión que mantuvieron en marzo del año pasado el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y el alcalde, Pedro Santisteve, para su traspaso al ayuntamiento desde los 5 kilómetros comprendidos entre la confluencia con el Tercer Cinturón hasta la rotonda de acceso a Nurel. Un acuerdo que ha sido muy criticado por los grupos municipales porque Santisteve accedió a la firma sin ir acompañada de la inversión necesaria para acometer las obras.

Tras aprobar formalmente la solicitud de cesión el pasado 19 de febrero, el proceso culmina con el acta que se ha suscrito al efecto por parte del consejero de Urbanismo y Sostenibilidad, Pablo Muñoz, y el jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Aragón, Rafael López Guarga.

En la reunión se abordaron las tres cuestiones pendientes entre ambas administraciones, como son la cesión del cajón de las vías del AVE para posibilitar la prolongación de la avenida Tenor Fleta hasta el Tercer Cinturón, la cesión de la avenida Cataluña para su conversión en vía plenamente urbana, y los problemas urbanísticos de entorno de la estación del AVE derivados del estallido de la burbuja inmobiliaria.

En febrero se iniciaron las obras del proyecto urbanización parcial de la acera de los números impares de la avenida. En este tramo se van a invertir 590.440,40 euros, y el plazo de ejecución previsto es de seis meses.

Corresponden a la primera fase del proyecto global de remodelación integral y afecta a 345 metros en su acera norte, entre la línea del ferrocarril a Huesca y el número 253 de la avenida, así como la intersección de ésta con las calles perpendiculares.

La obra consiste en reurbanizar toda la avenida con el fin de convertirla en una vía urbana y liberarla de la condición física de «interurbana», con apariencia de carretera nacional, ampliando aceras, creando zonas verdes -se prevé la colocación de 76 árboles-, garantizando así la movilidad peatonal y la implantación de elementos de estancia y descanso, un carril bici y conexiones garantizadas en las paradas de autobús para primar el transporte público. En concreto, se está llevando a cabo la redefinición geométrica del viario, su pavimentación y la renovación de la red de abastecimiento.