El Ministerio de Fomento prevé tener a lo largo de este año, tanto en obras o licitados todos los tramos pendientes de la A-21, entre Navarra y Aragón, así como desbloquear antes de finales de año el tramo de la A-22 entre Siétamo y Huesca. Así se lo manifestó el subsecretario de Estado de Infraestructuras, Mario Garcés, a un grupo de alcaldes de municipios ubicados a lo largo del eje de la A-21, a quienes citó durante la mañana de ayer en el centro de control de los túneles de Monrepós para informarles de las previsiones de su departamento. Garcés aprovechó su visita a las jornadas de movilidad en Zaragoza, para acudir después a comprobar cómo estaba la situación en la provincia oscense.

Los responsables políticos asistentes explicaron que Fomento prevé también para este año la adjudicación de la variante de Jaca y del tramo hasta Puente la Reina. Garcés se desplazó junto a los alcaldes hasta el gran túnel que enlazará el alto de Monrepós con el municipio de Caldearenas, un paso de 2,8 kilómetros de longitud actualmente en proceso de construcción.

El responsable ministerial aseguró que una vez acabada la obra civil, que se prevé concluir este año, se acometerá la ejecución de los distintos sistemas de seguridad que contará el túnel de Caldearenas, que se convertirá en el segundo más largo de Aragón.

El objetivo de Fomento es conseguir en un plazo de dos años la entrada en servicio de dicho paso, que contará con una galería de evacuación paralela de 2 kilómetros de longitud y que permitirá evitar el tramo de descenso desde alto de Monrepós en dirección a Sabiñánigo.

Entre los planes del ministerio está acometer la finalización de los trabajos de construcción de otro túnel de 800 metros de longitud entre Arguis y Nueno. Además, Fomento pretende proceder en un breve plazo de tiempo a la firma del contrato de las obras de la rotonda de Tierz. Esta glorieta permitirá eliminar uno de los accesos de mayor riesgo a la carretera N-240, en las inmediaciones de la capital altoaragonesa.