Aparentemente es un planeta poco espectacular, uno más de los casi 300 que han sido descubiertos fuera de nuestro sistema solar: tiene el tamaño de Júpiter, una temperatura superficial de 1.500°C y, aunque desde muy lejos, orbita alrededor de una joven estrella muy típica situada a 500 años luz de distancia de la Tierra. El gran interés del nuevo planeta extrasolar, cuyo descubrimiento anunciaron ayer astrónomos canadienses, es que se trata del primer cuerpo de este tipo que ha logrado ser fotografiado, es decir, su existencia ha sido confirmada por medios visuales directos. La existencia de los demás solo había podido ser confirmada por métodos indirectos: se sabe que están, pero no se han visto.

Los científicos emplearon para la detección el telescopio Gemini North, en Hawái, y ahora están pendientes de publicar los resultados en la revista Astrophysical Journal Letters, según informa la web de su centro investigador, la Universidad de Toronto. La mayoría de los planetas extrasolares habían sido descubiertos hasta ahora gracias a eclipses, cuando el planeta se ha situado delante de su sol desde la perspectiva terrestre, o bien por fenómenos gravitatorios, debido a las perturbaciones que provoca su presencia cercana al sol.

Además del tamaño y la temperatura, poco más se sabe del planeta. Lo más destacado es que se trata del planeta extrasolar conocido que orbita a más distancia de su estrella.