La suma de esfuerzos entre los Gobiernos de Aragón, Aquitania, y --después de años de vacilación-- de Francia y España ha permitido que por vez primera ambos países opten conjuntamente a la búsqueda de fondos europeos para reabrir el Canfranc. Tras meses de trabajo conjunto y coordinado, el proyecto está listo para competir con otros cien más de toda Europa para obtener financiación de Bruselas que permita iniciar los estudios necesarios para la posterior reapertura. De hecho, tal y como indicó el consejero de Movilidad del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, la intención es obtener esos fondos para acabar los estudios en el 2020 y acto seguido iniciar unas obras que permitieran reabrir la infraestructura (cuyo coste aproximado es de 500 millones) en el 2024. En julio se sabrá el resultado.

«Si no se obtiene la financiación europea no se acaba el mundo», sentenció Soro, que a pesar de ello se mostró optimista y convencido de que, «a pesar de la dura competencia» el proyecto elaborado a cuatro bandas tiene el peso suficiente como para atraer el interés de las instituciones europeas.

La convocatoria de estas ayudas forman parte del programa Mecanismo Conectar Europa 2016 y se opta a lograr el 50 % de los 15 millones de euros del coste total de la realización de varios estudios en ambos territorios. El documento presentado tiene por nombre Superando las conexiones perdidas entre Francia y España: estudios para la rehabilitación de la sección ferroviaria transfronteriza Pau-Zaragoza. El resto de la financiación se repartiría del siguiente modo: la comunidad de Aragón (100.000 euros) y la región de Aquitania (415.000), los ministerios de Fomento español (800.000) y de Medio Ambiente, Energía y Mar de Francia, a través del SNCF-Réseau (5 millones), y Adif (con una aportación de 1,1 millones).

El consejero ha resaltado la importancia de que por vez primera los gobiernos de los dos países hayan sido solicitantes de esta ayuda, ya que con anterioridad solo han «autorizado» a las regiones de Aragón y Aquitania a optar a otras convocatorias, así como la vinculación de la reapertura a la apuesta aragonesa por la logística y la conexión con las plataformas de Huesca y Zaragoza (Plhus y Plaza), así como con el eje Cantábrico Mediterráneo.

La propuesta presentada tiene como finalidad la realización de diez estudios o acciones diferentes, de las que tres son conjuntas en ambos países, cuatro se desarrollarían en Francia (donde hay más tramos atrasados, ya que en algunos ni siquiera existe el trazado original de la vía) y otras tres en España.