El cierre nocturo unilateral del túnel de Bielsa decretado por la Prefectura francesa, que se extenderá durante tres meses (hasta el próximo 26 de febrero), ha colmado los ánimos de los vecinos y empresarios de la vertiente aragonesa. Las afecciones económicas para el turismo, de cara a la temporada invernal, ya se empiezan a notar. La medida se tomó el lunes como respuesta al estado de alerta policial generado después de los atentados de París y a la falta de presencia policial en la zona durante la noche.

Desde la dirección general de Movilidad e Infraestructuras del Ejecutivo de Aragón también han advertido de que este cierre "supondrá un impacto negativo en la economía aragonesa". Por este motivo, este departamento está "valorando las opciones, dentro de las competencias que corresponden al Gobierno de Aragón en esta materia, para evitar el cierre en los términos propuestos".

El presidente de la comarca del Sobrarbe, Enrique Campos, manifestó ayer su "molestia" por una decisión tomada "de forma unilateral" en la vertiente norte sin tener en cuenta las necesidades de todo un territorio. Entendiendo que la seguridad del túnel "depende de las autoridades francesas", no comprende una medida "muy perjudicial" que no se ha tomado en el resto de pasos fronterizos. Por el momento han elevado sus quejas al Gobierno de Aragón y al Ministerio de Fomento para que la comunicación con sus homólogos franceses permita desatascar cuanto antes la situación.

En términos similares se manifestó el alcalde de Bielsa, Miguel Noguera. "En esta zona no existen pasos alternativos", reconoció. El cierre decretado por Francia afecta de forma directa a la actividad económica de la localidad, que espera la llegada de las nieves para recibir turismo invernal. "Cada vez es más habitual que muchos vecinos trabajen en empresas de turismo y estaciones de esquí francesas, por lo que tener el túnel cerrado hasta las ocho de la mañana les impedirá llegar a sus puestos de trabajo", lamentó.

Para el presidente de la Asociación de Vecinos del Sobrarbe, José Talón, la situación "es una catástrofe" y valoró "la unanimidad en la queja". "Gran parte de la comarca centra la temporada de invierno en Francia y esto corta la alas de los empresarios y transportistas", aseguró.