Cinco municipios de Teruel y dos entidades sociales han unido sus voces para oponerse al trazado de la línea de alta tensión entre Mezquita de Jarque y Platea, la plataforma logístico-industrial de la capital turolense. Cuevas de Almudén, Jarque de la Val, Hinojosa de Jarque, Aguilar de Alfambra y la propia Mezquita de Jarque han elaborado un manifiesto en el que subrayan que no están disconformes con la infraestructura en sí, sino con su trazado.

"Para empezar, se ha elegido un recorrido más largo de lo normal pues la línea da un largo rodeo por la sierra del Pobo que no se entiende", afirma Ivo Inigo, de la Plataforma Aguilar Natural, que junto ala Asociación Cultural Traudes, de Cuevas de Almudén, han formado un frente común con los ayuntamientos.

Con todo, pese a que la línea sigue un trazado complicado, no evita las zonas de cultivo y también afecta a sotos de ribera y a zonas boscosas.

El recorrido, que ha sido propuesto por Red Eléctrica Española y aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente, atraviesa y cruza el fondo del valle del río de la Val, un afluente del Guadalope, así como el del Alfambra en su tramo alto. Según los firmantes, la infraestructura afecta "irremediablemente" a corredores fluviales con ecosistemas agrícolas y de ribera de gran riqueza paisajística y natural.

Además, la línea de alta tensión, si no se cambia el trazado, "arrasará" la gran chopera de Alfambra, dado que la atravesará por su parte más frondosa para crear un corredor entre los municipios de Jorcas, Ababuj y Aguilar de Alfambra. "Es una barbaridad", protesta Ivo Inigo. "Las choperas son un elemento típico del paisaje de esta zona de Teruel y se les va a causar un daño enorme".

De hecho, los afectados mantienen que la infraestructura perjudica al proyecto par la creación de un parque cultural de los chopos cabeceros del Alto Alfambra, que está en tramitación.

Asimismo, el paso de la línea tendrá "graves consecuencias" sobre las aves, muchas de ellas catalogadas como especies en peligro de extinción, ya que su hábitat está asociado a los cultivos de cereal, al de ribera y al paso entre las zonas de especial protección de aves del Alfambra, el río Guadalope y el Maestrazgo.

En este sentido, la infraestructura podría tener un impacto negativo en el entorno de la balsa del Molinar, en Aguilar de Alfambra, y en una gran concentración de avifauna en Peralejos.