Un esperado frente de precipitaciones entró ayer en Aragón y dejó nieve en el Pirineo, a partir de los 1.000 metros de altitud. Las nevadas, que se prolongarán hoy a mayor altitud, supusieron una válvula de oxígeno para las estaciones de esquí, donde no había habido precipitaciones desde principios de diciembre y las pistas se encontraban con un escaso manto blanco, ya duro en muchos puntos por el efecto de las heladas.

Así, en la estación de esquí de Panticosa se acumularon más de 30 centímetros de nieve, una cantidad similar a la registrada en otros centros invernales de la provincia de Huesca.

En Teruel, el frente provocó sobre todo un brusco descenso de las temperaturas, en especial en el Sistema Ibérico. La Dirección General de Tráfico (DGT) advirtió que, debido a este fenómeno, puede haber placas de hielo en la práctica totalidad de las carreteras de la provincia, por lo que aconseja extremar la precaución a los automovilistas que circulen por ellas.

En el norte de Aragón, las nevadas afectaron a las principales vías de acceso a los valles, como la N-330, entre Villanúa y la frontera, tanto en el tramo previo al túnel de Somport como en los accesos a Candanchú. Asimismo, la nieve complicó la circulación en la A-136, entre el embalse de Lanuza y la frontera de Portalet.

QUITANIEVES

En la A-138 fue necesario circular con precaución en los accesos al túnel de Bielsa, al igual que entre Panticosa y el balneario y en las pistas que comunican con determinadas partes de la estación de esquí de Cerler. En todas estas vías era obligatorio el uso de cadenas o neumáticos especiales y se llegó a prohibir el paso de camiones y de autobuses mientras los quitanieves se afanaban en despejar las calzadas.

En el resto de Aragón, se produjo un descenso de las temperaturas y el cierzo se dejó sentir en el valle del Ebro.

La llegada de más nieve fue bien recibida ayer por los responsables de los centros invernales de la comunidad, que destacaron que supone un espaldarazo a la temporada de esquí, que este año empezó en el puente de la Constitución.

Las precipitaciones permitirán que el próximo fin de semana abra un mayor número de pistas en todas las estaciones. De hecho, las máquinas pisanieves se afanaron ayer para alisar el manto blanco en las laderas a medida que se iba amontonando desde primeras horas.