El número de adopciones internacionales desciende bruscamente en Aragón. Según datos del Gobierno autonómico, en lo que llevamos de año tan solo se contabilizan 15 niños llegados a la comunidad mediante este método, mientras en el 2011 la cifra ascendió a 89. El dato, que se da también en otras comunidades españolas, contrasta con el número de familias que han decidido solicitar la adopción de un niño extranjero, que este año se mantiene constante con respecto al anterior, cuando 113 familias presentaron su solicitud.

Contra lo que pueda pensarse y de acuerdo a la Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento (Cora), tras este brusco frenazo no se esconde la crisis. Influyen mucho más las trabas interpuestas por los países de origen, que son los que tienen la última palabra a la hora de entregar a un menor en adopción. Pesa también un argumento socio-económico en países tradicionalmente propicios para las familias españolas: gracias a la mejora de sus economías, cada vez hay menos niños de corta edad susceptibles de ser adoptados.

NIÑOS PEQUEÑOS "Las familias tienen que hacerse a la idea de que niños pequeños, en este momento, no se pueden adoptar". Así de tajante se mostraba ayer la presidenta de la Asociación de Familias Adoptantes de Aragón (Afada), Mercedes Navarro. En el inicio de la quinta edición de las Jornadas Aragonesas de Postadopción, que se celebran en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza hasta hoy, Navarro advertía que "en los países hay niños mayores de 5, 6 o 7 años, grupos de hermanos y chicos con dificultades, pero niños pequeños no hay". Y esa es la principal pretensión de las familias aragonesas y españolas preadoptantes.

Esta circunstancia hace que, según Navarro, "en Aragón el tiempo de espera ronde los 6 o 7 años". De hecho, Cora pide una moratoria en el inicio de nuevos expedientes de adopción destinados a países donde el tiempo de espera sea superior a 4 años, con objeto de "no seguir aumentando la presión de sobre ellos para conseguir niños adoptables". En este sentido, la presidenta de Afada manifestó que "la adopción ha sido muy demandada y, cuando hay mucha demanda, a veces hay abusos, y eso es lo que hay que regular".

Como todas las comunidades, Aragón tiene encomendadas las competencias en esta materia. El Gobierno es el encargado de determinar la idoneidad de los solicitantes, así como de formarlos y de gestionar los procesos, en lo que es una tramitación mejorable. Lo dice el propio consejero responsable, Ricardo Oliván, que ayer se comprometió a revisar los protocolos correspondientes.

"Son trámites no muy ágiles, que requieren más transparencia, más fluidez en la información y, sobre todo, criterios más objetivos a la hora de valorar la idoneidad de los solicitantes", reconoció Oliván. La presidenta de Afada subrayó que "en Aragón estamos bastante bien en la formación de las futuras familias adoptivas y las cuestiones preadoptivas están bien planteadas, pues son buenas, profesionales, amplias y gratuitas".