Una fuerte tormenta sorprendió ayer en Zaragoza a muchos ciudadanos que se desplazaban a trabajar o estudiar, a las 9.00 horas, con una importante tromba de agua acompañada de rayos y truenos que ensombrecieron la ciudad y eclipsaron lo que estaba llamado a ser una jornada dedicada al transporte público y la sostenibilidad. El esperado día sin coches acabó derivando durante horas en atascos en las vías más transitadas de la ciudad, especialmente por el centro, y muchas complicaciones para quienes eligieron moverse a pie. Ir en bicicleta era imposible. Y el bus y el tranvía, que ofrecían viajes a solo un céntimo, recogían a los que sí apostaron por dejar su vehículo en casa.

Las paradas parecían más refugios de los que resguardarse de la lluvia torrencial que caía en la capital aragonesa, especialmente entre las 9.00 y casi las 11.00 horas. Mientras, la Policía Local se veía obligada a reforzar su presencia en puntos especialmente afectados por el agua y los rayos. Fruto de esto, una decena de cruces circulatorios se quedaron sin semáforos. Se apagaron en zonas de mucho tráfico rodado como el entorno de la plaza Roma, Gómez Laguna con Juan Pablo II, paseo del Canal, la calle Pedro III o el paseo Calanda, entre otras intersecciones.

Además, se registró algún accidente provocado por el pavimento mojado, como la caída de un motorista que sufrió heridas de carácter leve, y en general se complicó la circulación en muchas de las arterias principales. Aunque desde la Policía aseguraron que «no hubo grandes atascos», sí admitieron que era más difícil circular que de costumbre.

La incidencia más llamativa la sufrió la sede de la Cámara de Comercio de Zaragoza. Un rayo alcanzó el edificio dejando sin luz, sin teléfono y sin internet a buena parte del mismo durante horas. Fuentes de la institución explicaron que sufrieron «daños en ordenadores y afecciones por no tener línea» al estar incomunicados para todo el que se dirigiera a ellos. Además, ayer celebraban unas jornadas técnicas sobre prevención de incendios para unas 150 personas en el salón de actos que se tuvo que llevar a otra sala por el apagón. «Sobre todo el ruido ha sido tremendo y se ha iluminado todo como un fogonazo», relataban las fuentes consultadas.

Cerca de allí, el parque de Bomberos número 3 de Zaragoza se quedó también incomunicado durante unos minutos por ese mismo rayo. Desde el cuerpo tuvieron que acudir a achicar agua a dos puntos distintos de Monzalbarba (bajo los puentes de la autopista y del ferrocarril), fueron a sanear una fachada desde la que habían caído cascotes a la vía pública en la calle Escobar, y atendieron la caída de una enorme rama de árbol en Miguel Servet.