La provincia de Zaragoza sufrió ayer varias tormentas que trajeron lluvias torrenciales a varias comarcas. La Comunidad de Calatayud, el Aranda y el Campo de Borja, entre otras zonas, sufrieron trombas que provocaron la inundación de la calles y campos a lo largo de la tarde.

Llovió intensamente durante poco tiempo, pero fue suficiente para que el Jalón, seco antes de la tormentas, viera aumentado su caudal de manera notable. El Aranda también creció rápidamente y en localidades como Brea se desbordaron barrancos que llenaron las calles de barro, lo que puso en jaque a los servicios de limpieza.

Asimismo, la variante de la carretera comarcal A-1503 se vio cortada durante un tiempo y fue precisa la intervención de una excavadora para despejar la calzada.

No fue la única vía que registró incidencias. También se vieron afectadas, en este caso por desprendimientos, la A-2302 en Mesones de Isuela y la A-1501 en Jaraba.

En Brea, igualmente, los Bomberos de la Diputación de Zaragoza tuvieron que evacuar a ocho ancianas del centro de día a sus domicilios. Raúl García, el alcalde, explicó que la tormenta había sido larga. Estuvo lloviendo durante 45 minutos y el agua de los barrancos arrastró lodo y piedras que cubrieron las calles.

CORRIDA SUSPENDIDA

En Borja, donde descargaron 56 litros en 40 minutos, la fuerza de la tormenta derribó un árbol de grandes dimensiones y se formó un auténtico río que arrastró los contenedores colocados en las calles. Eduardo Arilla, alcalde de la localidad, aseguró que hoy se habrá restablecido la normalidad, pero ayer los vecinos se afanaban para achicar el agua de garajes, bodegas, tiendas y bajos de viviendas.

«Ha llovido mucho en poco tiempo, en unos 15 minutos o así», indicó un vecino de Calatayud, localidad que recibió 37,6 litros por metro cuadrado. De hecho, las calles del centro, entre ellos la Rúa de Dato, se inundaron, si bien el agua no llegó a entrar en los bajos de las casas y establecimientos comerciales.

También llovió con fuerza en las Cinco Villas, en particular en Uncastillo (21 litros por metro cuadrado) y en Luesia (18).

Y en Ejea de los Caballeros algunas calles se vieron invadidas por una riada, hasta el punto de que hubo que suspender una corrida de rejones dentro de la celebración de las fiestas patronales.

Está por ver el impacto de las tormentas en la agricultura, pero se teme que las lluvias hayan podido perjudicar a las vides a pocas fechas del comienzo de la vendimia. También han podido sufrir daños los frutales.