Una treintena de vecinos de Villamayor de Gállego (Zaragoza) tuvieron que ser desalojados ayer de sus viviendas por una fuga de gas propano que, aparentemente, derivó de una avería durante las tareas de revisión de la instalación de gas en la comunidad de vecinos, ubicada en el camino de La Puebla. Tras unas cuatro horas, los bomberos dieron la zona por segura y los vecinos pudieron volver a sus hogares, en torno a las 19.30 horas. La situación se saldó sin heridos ni daños, aunque según destacaron fuentes de bomberos este es fácilmente inflamable y la situación entrañó cierto peligro.

La fuga se produjo en torno a las 15.00 horas, cuando la empresa Redexis revisaba la instalación de la comunidad. Según explicaron los Bomberos de Zaragoza, se trataba de dos depósitos unidos de 16 metros cúbicos de capacidad, que estaban siendo sometidos a un proceso de retimbrado. Pero algo fue mal y una de las gomas que sellaban los depósitos saltó, causando la fuga.

Los propios operarios de la empresa avisaron a los bomberos, que desplazaron a una quincena de personas y requirieron la ayuda de la Guardia Civil para proceder al desalojo de los vecinos, por precaución.

El instituto armado ayudó a sacar de sus casas a una treintena de vecinos de la comunidad afectada y otra contigua, y dos ancianos fueron trasladados a otra casa para no esperar a la intemperie. Los desalojados fueron trasladados más allá del amplio perímetro de seguridad establecido por los técnicos.

500.000 LITROS / Mientras, según explicaron los bomberos, los equipos desplazados tuvieron que emplear una tremenda cantidad de agua, fácilmente 500.000 litros, para paliar la fuga. Una parte, por aspersión, para contener el avance del gas ya fugado, que es muy inflamable, y otra para que, al congelarse por efecto de la propia presión del propano, actuase como tapón mientras se arreglaba la válvula afectada.

Esto se consiguió en torno a las 18.30 horas, cuando los Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza ya se habían incorporado al operativo. Villamayor está por demarcación en su zona, pero los Bomberos de Zaragoza están más cerca -no en vano, la localidad fue anteriormente un barrio rural de la capital aragonesa- y fueron avisados con antelación por el 112.

Entre unos y otros terminaron de disipar el gas mientras los técnicos de la empresa reparaban la fuga y certificaban que el depósito no presentaba más desperfectos.

Una vez comprobado todo, y analizados los niveles ambientales para constatar que no había riesgo de intoxicación (no había habido atendidos por ello ni en los primeros momentos de la fuga), los vecinos pudieron comenzar a regresar a sus casas, en torno a las 19.40 horas, diez minutos después de que los bomberos de la capital aragonesa abandonasen el lugar, relevados por sus compañeros de la diputación provincial.

En principio, los depósitos podrán ser utilizados con normalidad tras la reparación de ayer, aunque una vez agotados deberán ser sometidos a una reparación más profunda.

Una vez normalizada por completo la situación, se retiraron tanto los efectivos de la DPZ como los guardias civiles desplazados, y volvió la tranquilidad al municipio zaragozano.

Por su parte, los bomberos de la capital aragonesa también tuvieron que acudir por la tarde a un pequeño incendio de vivienda en el barrio rural de Santa Isabel, presumiblemente provocado por un cigarrillo o una vela en una habitación. El fuego fue de pequeña entidad y tampoco se produjeron heridos por quemaduras o intoxicación.