Expertos gastronómicos se reúnen estos días en 'Gastronomanía 2018' para hacer un ejercicio de predicción y tratar de vaticinar cómo será la gastronomía dentro de 25 años, un futuro que, según han apuntado, pasa por las cuatro "s", puesto que la cocina será "sólida, sostenible, saludable y satisfactoria".

La evolución de la preparación de alimentos es el eje central de esta segunda edición que se adentra en la tecnología y se detiene en las consecuencias que la digitalización tiene para la gastronomía.

La experiencia gastronómica trasciende el tiempo y el espacio gracias a los nuevos canales de comunicación digital, como las redes sociales en un mundo en el que ya se habla de la preparación de platos comestibles con impresoras en 3D o de recetas con productos hasta ahora desconocidos o que en el pasado se utilizaron y ahora vuelven con fuerza.

Así se ha puesto de manifiesto hoy en la inauguración de este evento, en la que ha participado el presidente de la Academia Aragonesa de Gastronomía, Ángel González, y el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro.

González ha explicado que no es fácil abordar la evolución de los hábitos alimentarios cuando cada día aparecen novedades, pero ha añadido que, sin duda, será un reto, dado el incremento de la población anunciado por Naciones Unidas para el año 2050.

"La inquietud entonces no será sólo conseguir proteínas sino cómo alimentar a 11.400 millones de personas", ha manifestado.

No obstante, pese a esa dificultad para predecir el futuro, sí ha asegurado que la cocina pasará sin duda por las cuatro "s", ya que será "sólida, sostenible, saludable y satisfactoria".

Tras la inauguración, la directora de la Biblioteca Nacional de España, Ana Santos, acompañada de la periodista de RNE Pepa Fernández, ha presentado dos proyectos gastronómicos impulsados desde la institución: 'che BNE' y 'Cultura del vino'.

Santos ha recordado que la Biblioteca Nacional, la institución cultural más antigua de España, que data de 1711, alberga tres siglos de publicaciones gastronómicas, un "inmenso" tesoro que se ha querido abrir a la ciudadanía para que todo ese valor "revierta en la sociedad".

Así, la colección gastronómica se ha digitalizado en su mayor parte para que pueda ser consultada desde la página web por todo aquel que esté interesado y se ha elaborado una guía bibliográfica sobre las gastronomía española entre el siglo XV y XIX.

Estos proyectos desembocaron en uno nuevo llamado 'che BNE' en el que han participado cocineros, historiadores e investigadores y que se ha materializado en la publicación de 12 libros, cada uno con una receta antigua.

Estas elaboraciones tienen un valor histórico, cultural y social, más allá del gastronómico, puesto que la alimentación es la "mejor manera" de conocer a la sociedad del momento, ha subrayado Santos.

Estos libros editados hablan de feminismo y casquería; de los orígenes del cocido; de la llegada del chocolate; de los buñuelos del siglo XVIII; de la elaboración de helados antes de la llegada de las neveras o de un alimento típico de Aragón: las borrajas, que ya en el siglo XVII eran una fuente importante de alimentación, aunque no "muy apreciada", ha puntualizado.

Tras el éxito de estos libros, la Biblioteca Nacional de España quiere ampliar y abordar otras recetas, también de otros países iberoamericanos, ha asegurado.

La II edición de Gastronomía abordará mañana otros asuntos como las nuevas formas de comunicar dentro del sector; la formación y divulgación o la bebida dentro de 25 años.