El viejo cuartel de Pontoneros, en la calle Madre Rafols seguirá varado en el olvido porque el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) y el PSOE municipal siguen atrincherados en el uso que cada uno quiere darle. La rehabilitación y reconversión, una inversión valorada en 6,5 millones de euros se da casi por perdida en esta legislatura después de que ayer naufragara nuevamente en el consejo de administración dee Zaragoza Vivienda. Ni los pisos con usos compartidos que quería el responsable de Vivienda, Pablo Híjar, ni la residencia universitaria que defendían los socialistas. Ni los usos mixtos (una planta para el campus y dos para viviendas) que ayer se votaba y que salió nuevamente rechazada.

Con el voto en contra del PP y Ciudadanos ya garantizado desde el inicio de la legislatura, Híjar solo tuvo el respaldo de CHA, cuyo portavoz, Carmelo Asensio, lamentó que este fracaso se deba a la «relación tóxica» entre ZeC y PSOE. Un desencuentro más que tendrá consecuencias. Al menos eso aseguró el responsable municipal de Vivienda, quien indicó que este «mazazo», a sus políticas y a la revitalización de esta zona tan degradada, supone «un antes y un después» en las relaciones con los socialistas, porque en su opinión es un «incumplimiento» de los acuerdos del 2016 y el 2017, y es una muestra más del «mal uso de los consejos de administración para el bloqueo sistemático de las propuestas del Gobierno». A puerta cerrada.

De momento, esta ruptura afectará, dijo Híjar, a sus compromisos presupuestarios con el PSOE en el área, ya que dijo sentirse liberado para no cumplir sus enmiendas aprobadas en las cuentas de este año. «No es una amenaza, es un trato de igual a igual», dijo el edil de ZeC, quien añadió que «no se puede «mantener esta situación más tiempo».

Además, explicó que hoy lo trasladará a la reunión de Gobierno para saber si esta ruptura se extiende a más áreas o se limita a Vivienda, pero que él auguraba que lo de Pontoneros «tendrá consecuencias». Porque en su opinión, esto es fruto de la «esquizofrenia que sufre el PSOE en materia de vivienda». «No le encuentro explicación a un comportamiento tan errático», añadió.

Fruto del enfado, el edil de ZeC además denunció que el PSOE hace «malabarismos» con su propuesta de cesión de derecho de superficie, que son «trampas nominativas para intentar blanquear su falta de ideas. Son VPO para la venta sin eufemismos», y quiere llevarlas «a los suelos de Alumalsa», en San José.

«Híjar lo que quiere es guerra y ha venido a reñir», le respondió la socialista Lola Campos. En su opinión, el PSOE solo quería «darle una vuelta al proyecto inviable» de ZeC y pedía «más tiempo» para hablar con la universidad y analizar la posibilidad de crear un edificio emblemático «que diera cobijo a estudiantes de posgrado y doctorados». «Si ya lleva un retraso de dos años, ¿que más daba un mes más?», dijo.

La edila lamentó las «prisas» de Híjar y que decidiera «hacer un estriptís de la negociación» y, sobre la amenaza de ruptura, le aconsejó que «haga un curso de habilidades sociales» porque no puede «amenazar a quien le debe dar el apoyo». «Igual que rompe un recibo, rompe un acuerdo», apostilló Campos, quien agradeció el tono conciliador del alcalde. Ayer «el alcalde disparaba con rifle de precisión pero Híjar cogió el cetme y ha empezado a disparar a discreción». «Hay gente que trabaja de bombero y le encanta encender hogueras», añadió.

El nacionalista Asensio intentó que se retirara del orden del día pero Híjar no quiso. Así, lamentó que, «una vez más, un proyecto de ciudad se queda varado en los intereses políticos de unos y otros». Este recordó que como residencia universitaria salió a licitación en el 2014 y se declaró desierto el concurso y que entonces CHA y PSOE pactaron darle usos mixtos, es decir, añadir pisos.

Ángel Lorén, del PP, criticó el «permanente bloqueo y confrontación» en la izquierda. «A ninguno de ellos le interesa el proyecto, solo el momento para sacar rédito político y escenificar sus diferencias», apostilló.