Su certamen empezó como una dulce apuesta para apoyar el talento de la tierra. Ayer, la entrega de premios del V Concurso de Ilustración Dulce de Tolosana volvió a servirse con trenza (cómo no) y en un acto sencillo celebrado en pleno centro de Zaragoza. Fue la guinda a un concurso que este año recibió 141 obras y que volvió a involucrar en el jurado a profesionales como Eduardo Flores, de ediciones Apila, y a las escuelas de diseño y arte... Algunos de ellos acompañaron a Asun Sacerni y al equipo de la Tolosana en la entrega de premios, que otorgó el galardón general a la obra Entrenzada, de Inés Ruiz-Peinado, y un accésit a Carolina Ferrer Celma. Las Trencicas de Miguel Soláns Palomar se convirtieron en vencedoras de la modalidad Trenzarte, que el certamen dedica al mítico postre de Tolosana. Y aún hubo tiempo para reconocer al resto de finalistas (Vera Galindo, Blanca Rodríguez Millán, Tiare Diamanda López, María Ortiz Iglesias, Juan Carlos Navarro Iglesias, María Zabay y Jorge Cerdán Lázaro, cuyas obras formarán parte en breve de una muestra ambulante... Para chuparse los dedos.