Las asociaciones de Razas Autóctonas de Aragón han alertado hoy que si pierden las ayudas del Gobierno autonómico, en cinco años esta ganadería entrará en peligro de extinción y se perderán treinta años de investigación en mejora genética de la raza.

Así lo ha advertido el presidente de ARAPARDA (Raza Bovina Parda de Montaña), José Manuel Macarulla, durante una rueda de prensa para denunciar la situación en que se queda el sector con el cierre del Ejercicio contable en el Gobierno de Aragón antes de haber firmado los convenios con estas asociaciones ganaderas.

Las veinte asociaciones, que representan a 19 razas autóctonas, tenían pendiente la firma de los convenios por 216.511 euros, una cantidad pequeña pero que les permite sobrevivir y continuar con el trabajo, ha apuntado Macarulla.

"Hemos gastado, invertido, conservado y mejorado razas y hemos pagado. Y ahora ¿qué?" se ha preguntado el presidente de ARAPARDA para quien la decisión del departamento de Hacienda supone un "problema gravísimo de asfixia financiera".

Según Macarilla, secundado por los representantes de otras cuatro organizaciones ganaderas (Ginebra Teruel, UPRA, ANGRA y ASAPI), si no reciben esta cuantía estarán en juego treinta empleos en el medio rural de profesionales "muy cualificados", además de los que generan los convenios de investigación que firman con las universidades de Zaragoza y Lleida, CSIC, INIA o CITA, "la elite" de la investigación en España, que tendrán que ser cancelados.

Macarulla ha asegurado que los ganaderos pagan "fortunas" para investigación en mejora genética y conservación de razas, porque "lo necesitamos para avanzar", por lo que si no se firman los convenios "supone tirar a la basura 25 años de trabajo", a lo que se suma la bajada de moral de los ganaderos y que desaparezcan razas como la salz (raza sintética ovina), cuya asociación tuvo que vender los animales.

El presidente de ARAPARDA ha advertido de que "si no hay razas no hay marca" y se pondrán en peligro también los consejos reguladores como el del Ternasco, ya que una de las cualidades que tienen las razas es generar carne de calidad.

Para estos ganaderos las razas autóctonas tienen "el mismo valor que el Mudéjar de Teruel, La Seo de Zaragoza o la catedral románica de Roda de Isábena" y son "igual o mejor que el urogallo, el lince, el oso o el quebrantahuesos", animales que, ha recordado, "viven porque está nuestro ganado".

"Queremos el mismo trato, no que nos inunden de dinero pero un mínimo" porque el patrimonio genético es "propiedad de todos", ha subrayado Macarulla.

Macarulla alerta de que el Ministerio ya tiene previsto que hasta 2020 desaparezcan dos millones de cabezas de ovino y medio millón de vacas por lo que la tendencia es que el mercado lo ocupe la raza francesa, un país que está a la cabeza en mejora genética, con casi 50 años de investigación y contra la que "ninguna raza puede competir".

Pero ello conllevará que en esta región se queden zonas desérticas porque mientras las razas aragonesas están adaptadas al terreno, la francesa "está acostumbrada a lo bueno".

Aragón cuenta con algo más de 3,5 millones de cabezas de ganado de razas autóctonas, que representan el 62 % del total del censo de vacas nodrizas y el 45 % de la totalidad del sector ovino-caprino y en cuya mejora están implicados 1.384 ganaderos y 1.384 empresas agrarias.

Según el responsable de ARAPARGA, esta Comunidad es una de las que cuenta con mayor patrimonio genético de ovino, caprino vacuno e incluso equino, lo que convierte a este sector en uno de los principales motores de desarrollo ganadero de Aragón.