Ander Garitano, presentado el pasado lunes como nuevo entrenador del Real Zaragoza en sustitución de Víctor Fernández, apenas ha durado una semana en el cargo. El técnico vasco entregó ayer por la tarde su dimisión en el cargo a Miguel Pardeza, director deportivo de la entidad y principal valedor del vizcaíno para que tomara el timón del equipo aragonés al menos hasta el final del actual curso. Garitano, quien tuvo conocimiento de una reunión entre Pedro Herrera, secretario técnico, con Javier Irureta para que el irundarra se siente en el banquillo de La Romareda a partir de la la próxima temporada, consideró esa negociación a sus espaldas una grave intromisión en el trabajo que acababa de comenzar para sacar adelante a un equipo en grave crisis deportiva. Fuentes cercanas al club manifestaron no obstante que el preparador jamás expuso estos argumentos para irse, sino que fundamentó su resolución estrictamente en asuntos personales.

Anoche, a última hora, Miguel Pardeza mantuvo una reunión de urgencia con el técnico para convencerle de que recapacitara sobre su decisión, que se tomara unas horas más para sopesarla, y no hiciera pública su prematura marcha. Garitano, sin embargo, se mantuvo firme en su postura, pero el club no hizo oficial la marcha del entrenador, que ya es un hecho. La salida relámpago de Ander Garitano, quien ya había advertido a quienes apostaron por él pese a su falta de experiencia de que exigía el mayor respeto hacia su figura y el apoyo incondicional de todos los directivos, deja en muy mal lugar a los responsables del club a la espera de que hoy ofrezcan su versión de los hechos.

FUERTE DESENCUENTRO La toma de contacto con Jabo Irureta desató la lógica reacción de Garitano, quien, por otra parte, ya había tenido un fuerte desencuentro con el propietario, Agapito Iglesias, al solicitarle que se deshiciera de Andrés D´Alessandro al considerarle un elemento que desestabiliza el grupo. Agapito, que mantiene una estrecha relación personal con el díscolo centrocampista argentino, se negó en redondo a prescindir del jugador y dejó entrever su malestar entre sus allegados por la circunstancia de que Garitano le hiciera entrar al campo en los últimos minutos del partido contra el Murcia. D´Alessandro fue abucheado por el público y el máximo accionista estimó que el mediapunta había sido expuesto a un juicio por parte del entrenador vasco.

No es la primera vez que el propietario intercede por D´Alessandro, quien tuvo un par de capítulos de roce desagradables con Víctor Fernández y con Pablo Aimar, acusando a ambos de ser los causantes de los males del Real Zaragoza. El futbolista fue expedientado y multado, y el interés del River por contratarle en calidad de cedido hizo que se desenganchara definitivamente del club. El futbolista solicitó que le dejaran salir en dirección a Argentina, pero la directiva y sobre todo su amigo Agapito Iglesias, le obligaron a quedarse. Tras el partido contra el Villarreal que el Real Zaragoza ganó por 4-1, el propietario bajó al vestuario y se abrazó efusivamente con el argentino delante de sus compañeros y de Víctor Fernández, a pesar de que el jugador no había participado un solo segundo en el encuentro. Ese gesto de intimidad en medio de la tormenta desató un fuerte descontento y abrió aún más las heridas dentro del grupo.

NUEVO INQUILINO El Real Zaragoza deberá buscar a partir de hoy nuevo entrenador para el resto del curso, aunque todo indica que el relevo de Ander Garitano será el veterano Javier Irureta una vez que Pedro Herrera, en nombre del club, ya se ha puesto en contacto con el guipuzcoano. Irureta, de 59 años, tiene un extenso currículum que curiosamente le liga a los principales clubs de la cornisa cantábrica como Athletic, Real Sociedad, Oviedo, Racing, Celta y Deportivo. Además entrenó al Logroñés y al Sestao, donde empezó su carrera y con el que estuvo a punto de ascender a Primera División. Su último equipo fue la pasada temporada el Betis y recientemente rechazó una oferta de la Real Sociedad.