La izquierda aragonesa mantiene los tanteos de confluencia de cara a las elecciones europeas, locales y autonómicas de la próxima primavera. Ayer tocó el turno de IU, que convocó en Zaragoza a un buen número de fuerzas afines para proponer un nuevo proceso de confluencia con el que evitar que el PP y Ciudadanos lideren la construcción del país en las próximas décadas. «Es absolutamente necesario lograr una España distinta a la actual», aseguró el líder de la formación, Alberto Garzón. Y para ello pidió espacios «de colaboración electoral» en los que las siglas de cada formación mantengan «sus identidades propias».

El dirigente consideró necesario trabar una opción «firme desde la izquierda» de cara al próximo ciclo electoral para promover políticas «que no dependan de los caprichos del mercado». Por este motivo denunció que se están degradando los derechos sociales y que ya resulta «imposible» llegar a fin de mes para muchas familias. Sin embargo, el partido todavía no se ha fijado plazos para proponer listas conjuntas o posibles denominaciones. «La confluencia tiene más fuerza si están claras las partes que la integran», reiteró.

SINGULARIDADES LOCALES

Garzón denunció además que existen «problemas ecológicos» y los derivados de la «cultura patriarcal» contra los que es necesario crear «instrumentos de participación política y ciudadana» que atiendan a las «singularidades de cada zona».

En esta planificación de futuras confluencias se realizó un llamamiento expreso a CHA, hasta el momento renuente a participar en alianzas generales a causa de sus acuerdos con el PSOE en el Gobierno de Aragón. «Estamos absolutamente abiertos a confluir de forma solidaria con todos los actores», señaló.

IU defiende que las confluencias son «necesarias» siempre que se planteen como una relación de «tú a tú». Esto supondrá mantener las siglas y las características de cada formación. «Tenemos que trabajar de forma solidaria con partidos con los que a lo mejor no compartimos todos los matices, pero con los que estamos completamente de acuerdo en los fundamental», dijo.

Para Garzón esta nueva estructura solo se puede completar «desde abajo hasta arriba», como quedó demostrado con la elección de Pedro Santisteve como candidato a la alcaldía de Zaragoza. En su opinión, si la plataforma municipalista hubiera tenido otra composición se habría optado por un candidato de IU o de Podemos y de esta forma se optó por una persona que no estaba, de origen, vinculado a ninguna de las dos formaciones. «No queremos dejar fuera a ninguna alternativa», reconoció.

El coordinador autonómico, Álvaro Sanz, destacó que en Aragón el partido ya ha estado sondeando «en el territorio» las posibilidades de la confluencia. «Hemos estado presentes en todos los municipios en los que existe militancia, por eso creemos que la unidad es posible, pero es un trabajo que debemos llevar a cabo con sosiego», indicó.

La reunión, en la que estuvieron presentes representantes de otras formaciones como Podemos Aragón o Zaragoza en Común, coincidió con el 32 aniversario de la fundación de Izquierda Unida. «No nos importa que carnet tengan las personas en el bolsillo», dijo Garzón. Por eso recordó el momento álgido de la lucha popular contra los desahucios en los que se recibió el apoyo desde ámbitos muy diferentes de la sociedad.

ORGANIZACIÓN INTERNA

Respecto al proceso de renovación estatutaria que ha emprendido la federación estatal de IU, Garzón defendió que se trata de una «simplificación jurídica» que no tiene que ver con la posición política. Además desmintió una vez más que estos cambios supongan una integración en Podemos. «Supongo que lo publicado tiene que ver con un fallo en nuestra forma de comunicar», ironizó.

También garantizó que las federaciones locales y autonómicas tendrán «libertad» para establecer los pactos.