La consejera de Economía, Industria y Empleo, Marta Gastón, y el diputado de Podemos Ignacio Escartín han coincidido hoy en la necesidad de adaptar la oferta de cursos de formación para el empleo que oferta el Gobierno de Aragón a las necesidades formativas reales.

En su interpelación a la consejera, Escartín ha considerado que estos programas y módulos formativos "no están dando los resultados deseados" y que, de hecho, decenas de miles de aragoneses continúan en una situación "enquistada" y no están encontrando una oportunidad gracias a su formación.

No es un problema presupuestario, ya que hay dinero para ello, ha insistido, pero ha reclamado una mayor atención a la detección de las necesidades formativas en el contexto de un mercado globalizado y cambiante que tiene a muchas personas "desorientadas" y ha asegurado que se podría ser más eficaz en esta materia.

Ha considerado también que el Departamento de Economía ha hecho "poco" de lo anunciado junto a sindicatos y empresarios para la mejora del empleo y de la empleabilidad y ha abogado por que se combinen las certificaciones profesionales con otros cursos más cortos y más flexibles.

Escartín ha lamentado también que, gracias al PP, la formación gire en torno a centros privados y haya excluido a los agentes sociales, "muy vinculados a una formación de baja calidad" y con parados de larga duración a los que se mete "cientos de horas en cursos que no les sirven para nada".

Por ello, ha instado a la DGA a desarrollar la ley estatal y a introducir en ella una regulación propia para Aragón que vuelva a incluir a los agentes sociales, además de abordar la descentralización de la formación.

Ha insistido en que faltan cursos novedosos en sectores que necesitan de trabajadores cualificados, como el de las nuevas tecnologías, que además harían que estas personas "ganen en autoestima".

Gastón, por su parte, ha recordado que se presentaron 42 medidas concretas para la mejora del empleo con cifras "no desdeñables" de 313 millones de euros, de los que algo más de la mitad corresponde a formación.

No obstante, ha reconocido la necesidad de una "escucha activa" y de estar "atentos" a cuanto se precisa desde el ámbito empresarial, a lo que hay que ser capaz de anticiparse en la medida de lo posible.

Así, el colectivo que más le preocupa es el que comprende a aquellos que necesitan una cualificación o recualificación, si bien ha apuntado que la efectividad ha ido avanzando en los últimos años.

Ha asegurado, en este sentido, que el Centro de Tecnologías Avanzadas (CTA) es una de las "joyas" que tiene el Inaem y su grado de empleabilidad es "elevadísimo".

Gastón ha indicado también que se está llevando a cabo una revisión de las homologaciones de los centros que imparten esta formación y que se está demandando al Estado que amplíe y sea más flexible en esta materia.