El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, avanzó ayer que la política fiscal en el próximo ejercicio presupuestario va a seguir siendo «la misma» de este año porque «mientras haya déficit no pueden hacerse regalos fiscales». Gimeno compareció ayer por partida doble en el pleno de las Cortes, a petición del PP y del PAR, para hablar de su política impositiva por un lado y del grado de ejecución del presupuesto del 2017, por otro.

Gimeno insistió en que el Gobierno de Aragón hizo una «reforma fiscal moderada», que supone una recaudación de aproximadamente 80 millones de euros al año, debido a la «crisis de ingresos» que se encontró el Ejecutivo cuando tomó posesión en julio de 2015, que obligó a tomar medidas para «restablecer» el equilibrio en la Hacienda Pública. Lo achacó en parte a la bajada de impuestos que implantó el Gobierno PP-PAR en Aragón en el 2015, «un año electoral», recordóGimeno.

Sin embargo, el diputado popular Antonio Suárez lamentó que Aragón esté a la cabeza en la lista de comunidades autónomas con más carga fiscal, algo que a su juicio hay que cambiar, porque la subida de impuestos ha hecho que muchas empresas decidan abandonar Aragón por una presión tributaria «exagerada». Las subidas fiscales, ha dicho, tienen que tener en cuenta la recaudación, pero también el impacto sobre las clases medias y menos favorecidas y sobre los distintos sectores de actividad económica.Por ello, ha emplazado al consejero a que haga «una apuesta por la moderación, la progresividad y el progreso social de verdad».

Gimeno afirmó que los ingresos este año crecerán un 4 %, según sus cuentas, y se ejecutarán «al 100%», algo que contribuirá a que el déficit no se desvíe más allá de dos décimas del objetivo marcado del 0,6 %. Incluso, según Gimeno, podría llegar a cumplirse el objetivo.

Los últimos datos conocidos arrojan un déficit para Aragón hasta junio del 0,77 % y 279 millones de euros. La diputada Elena Allué le había recordado previamente al consejero que aún contando con 500 millones más en el 2017, el consejero no ha sido capaz «de controlar el déficit y la deuda ni de asegurar los servicios públicos».

Por otro lado, el consejero de Hacienda y Administración Pública, Fernando Gimeno, defendió una modificación del impuesto de sucesiones, porque tiene «poco sentido» que siga como ahora, pero insistió en que sigue siendo «necesario», como apuntan los técnicos y todas las autonomías. En respuesta a las críticas del diputado de Ciudadanos Javier Martínez, el consejero aseguró que este año se han producido liquidaciones excepcionales que no tienen nada que ver con la modificación aprobada por el actual Gobierno de Aragón. Gimeno recordó también que hasta los 150.000 euros la cantidad que se paga por este concepto es «cero» y que el tipo medio se sitúa entre el 5% y el 6%, mientras que rentas del trabajo de solo 12.000 euros deben aportar el 10%. En cuanto a la reforma, Gimeno ha anunciado que Estado y comunidades autónomas se reunirán para discutirla.

Martínez, por su parte, denunció que los que están pagando realmente este impuesto son «los que menos tienen». «O se mueren muchos más ricos o los que están pagando son los que menos tienen», protestó.