El nuevo consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, se estrenó en el cargo dejando claro que no cumplirá "de ninguna manera" con el objetivo de déficit fijado para este año --0,7%--. En abril, último mes con datos oficiales, Aragón tenía un desequilibrio del 0,41%, así que el margen de maniobra parece escaso.

Algo que no sorprende al PSOE, puesto que el PP en los primeros meses de este ejercicio aceleró el gasto con las miras puestas a las elecciones de mayo. A día de hoy, el déficit con seguridad estará ya incumplido. Así lo expondrá mañana Gimeno en su primer Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que se fijará el techo de gasto para el próximo año. El Estado, dijo, debería tener "más flexibilidad" para aumentar el plazo en el que conseguir rebajar el déficit o bien rebajar el propio objetivo.

Gimeno quitó ayer importancia al hecho de incumplir el déficit. El equilibrio y el rigor es un objetivo del Gobierno que preside Javier Lambán, remarcó, pero no la primera prioridad. Pasa más bien por recuperar los servicios sociales y erradicar tanto la pobreza como la exclusión social. Algo que requerirá esfuerzos presupuestarios, que tendrán que encajarse en unas cuentas que están más ajustadas que nunca. Gimeno reconoció que, aún sin tiempo para conocer "exactamente" la situación financiera de la comunidad, su "impresión" es que hay "muchos problemas".

Por otro lado, y preguntado por la deuda que el Gobierno de Aragón mantiene con el Ayuntamiento de Zaragoza --institución de la que fue consejero de Hacienda la pasada legislatura--, señaló que está "convencido" de que los partidos que sostienen al equipo municipal entenderán el "compromiso" del Ejecutivo autonómico de poner como absoluta prioridad de sus políticas a los ciudadanos. Un giro en toda regla respecto a la posición beligerante que mantenía cuando estaba en el consistorio y el PP gobernaba en el Pignatelli.

Eso no quita, admitió, para que ambos gobiernos "se sienten" para discutir dos temas importantes: la ley de capitalidad y la compensación de deudas entre las dos administraciones. "Pero estoy convencido de que estarán de acuerdo que lo primero son los desahucios y que hay que garantizar renta para los que están peor", destacó. Así por ahora, las deudas, aparcadas.