El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, ligó ayer a Podemos al impago de la paga extra del 2012 y les pidió que «tomen nota» de cara a la negociación de unos presupuestos para este año en los que se contempla su abono.

Los sindicatos UGT y CSIF han presentado un contencioso judicial por el incumplimiento del acuerdo firmado con la consejería en la que se comprometía a ingresar antes del mes de septiembre de una parte del 25% de la paga extra del año 2012 que deberían haber recibido los funcionarios. Los plazos establecidos no se cumplieron, según Gimeno, por la necesidad de acceder a la financiación estatal amparada en el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Pero recordó, que previamente a esa orden, pudo haberse modificado una partida en el mes de marzo que fue tumbada por Podemos.

Este hecho le permitió destacar que en el presupuesto para el 2017 se contempla también el pago, por lo que recomendó «tomar nota» a la formación morada, que se niega a facilitar el trámite presupuestario.

Gimeno asumió sobre el conflicto abierto con los sindicatos que desde el comienzo fue partidario de que Aragón entrara en el FLA «porque el coste de la financiación es mucho más bajo».

Comunidad paralizada

Para la secretaria general de la Federación de Servicios Públicos del sindicato UGT, Alicia Hernández, el consejero demuestra con estas declaraciones que no quiere «buscar soluciones» y alerta de que la comunidad «está paralizada» en esta materia. «Estamos viviendo un proceso de desarticulación de la negociación colectiva que ya comenzó la pasada legislatura», destacó.

En todo caso, y a pesar de la advertencia de Gimeno, no parece que Podemos vaya a cambiar su negativa a negociar los presupuestos ni con el envío completo de las cuentas que ayer confirmó el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, se hará la próxima semana.

El portavoz de Hacienda de Podemos en las Cortes, Héctor Vicente, dio por «superado» el acuerdo de izquierdas firmado en septiembre y reiteró que no tienen confianza. «Le han dado la vuelta al presupuesto como un calcetín», denunció. Y a pesar de los reiterados llamamientos para que faciliten la tramitación no esperan volver a sentarse en una mesa de negociación. «Que se le pida a Podemos el enésimo voto de confianza queda más allá de lo razonable», resumió.