El ginecólogo del hospital de Jaca que fue suspendido de su cargo por el Salud por el supuesto incumplimiento de una serie de normas internas, defiende su "incuestionable gestión médica" en los cuatro meses que permaneció en el centro. En una carta dirigida a este diario, el profesional sanitario asegura que tanto el consejero Sebastián Celaya como la diputada popular Carmen Susín "me acusan de faltas graves o muy graves sin tener la más mínima idea de lo que realmente pasa en el hospital de Jaca y en el servicio de Ginecología en particular". De hecho, considera que su suspensión fue "arbitraria y discrecional por presiones de grupos de interés y de presión, así como factores de poder: partidos políticos y sindicatos enquistados en el seno del hospital".

El ginecólogo subraya su "total profesionalidad", atestiguada por las pacientes. "Parece que el problema que crónicamente viene arrastrando el hospital haya sido objeto, ahora, de especial relevancia, centrándose concretamente en mi persona los males que son de antiguo: falta de profesionales especialistas, medios, conflictos entre los trabajadores y la administración y cartera de servicios insuficiente". Asimismo, rechaza haber sido la causa del cierre de la maternidad "sino más bien quien la ha resucitado y sostenido".