Los menores no podrán entrar solos en recintos dedicados "especialmente" a la venta de alcohol. Dicho así genera dudas porque un concierto de Interpeñas, por ejemplo, ¿se organiza para escuchar música o para dispensar bebidas? El Gobierno aprobó ayer el decreto de espectáculos públicos, que sigue contando con las reservas de diversos colectivos culturales. La nueva normativa tiene el aval del Consejo Consultivo de Aragón, que señala, sin embargo, que el texto no es lo suficientemente claro en su prohibición.

El punto más polémico del decreto es precisamente ese, la regulación de la entrada de los menores en recintos en los que se celebran espectáculos en los que se venden bebidas alcohólicas. Los organizaciones de algunos eventos de las fiestas del Pilar pusieron el grito en el cielo y amenazaron con recurrir el decreto. Ahora el Gobierno parece dejar la puerta abierta. El consejero de Política Territorial e Interior, Antonio Suárez, se limitó a decir ayer que pueden hacer lo que "consideren". Y se agarró al informe del Consejo Consultivo.

Un informe favorable al decreto, pero que pone reparos. El Consejo Consultivo indica que la denominación que se utiliza en la redacción de la normativa para referirse a los recintos en los que los menores tienen prohibida la entrada: "especialmente dedicados a la expedición de bebidas alcohólicas", es confuso.

DUDAS Dilucidar cuándo un recinto en el que va a tener lugar un espectáculo o actividad recreativa ocasional o extraordinaria está dedicado "especialmente" a la expedición de bebidas alcohólicas o solo "ocasionalmente" se antoja, dice el Consejo Consultivo, como una "tarea que en plano intelectual puede asemejarse bastante a uno de esos trabajos que, según la mitología, debió emprender Hércules".

Para solucionar este problema el consejo propone que en la autorización para la celebración de un espectáculo se incluya si en el recinto en el que va a celebrarse van a venderse bebidas alcohólicas de forma "especial". Algo que determinará a la postre si los menores pueden o no entrar. El informe reclama que es necesario aclarar qué entiende la Administración por expedición "especial" de alcohol. De otra forma, queda la puerta abierta para atajar uno de los objetivos que persigue el decreto: la protección de los menores de edad.

Suárez admitió que sabía desde el momento en el que decidió regular este ámbito que "podía haber críticas". Pero defendió el proceso de participación que se ha llevado a cabo, que ha durado casi ocho meses y que el propio Consejo Consultivo califica de "ejemplar". "El decreto no va en contra de la creación de empleo ni de la promoción de la cultura", se defendió el consejero. Insistió que lo primordial es reforzar las medidas de seguridad, al tiempo que se garantiza el derecho de los promotores a organizar. Además, dijo, se clarifican las competencias: serán los ayuntamientos los responsables de autorizar los espectáculos.