E l Gobierno de España estudia la forma de reabrir el cuartel Sancho Ramírez, que se cerró a finales del pasado mes de diciembre, cuando se completó el traslado de la unidad existente a otras instalaciones militares de Zaragoza, según informó ayer Radio Huesca.

El plan de reapertura de esta instalación castrense se inscribe dentro de las actuaciones llevadas a cabo desde hace varios años para reorganizar la distribución del Ejército en base a criterios funcionales, no geográficos como hasta ahora.

La noticia ha causado una gran sorpresa en Huesca, donde todavía no se han apagado los ecos de la movilización ciudadana que se produjo para evitar la clausura de la última unidad militar en la ciudad.

«Estamos expectantes ante lo que pueda suceder», manifestó ayer Patricia Novo, portavoz de la plataforma que se creó contra el traslado de los efectivos del cuartel Sancho Ramírez a otras instalaciones del resto de España, principalmente en Zaragoza.

«Corre un rumor persistente de que existen nuevos planes para el cuartel, pero no sabemos nada concreto», subrayó.

Para los afectados por el cierre del Sancho Ramírez, su reapertura constituye una buena noticia. Pero será preciso esperar a saber más detalles de los planes del Gobierno central.

Novo señaló que los afectados, en torno a 250 personas, podrían pedir el traslado a Huesca, pero no quiso hacer conjeturas sobre el futuro de los edificios.

El cierre del Sancho Ramírez causó un quebranto notable a la economía oscense, según un estudio de la Cámara de Comercio de la Provincia de Huesca. No solo se perdieron las familias que dependían directamente de la instalación, que han ido a vivir a otros lugares, sino que, además, se resintieron los numerosos proveedores de la unidad castrense, en particular servicios como la limpieza y el suministro de provisiones.

Huesca se movilizó durante dos años ante los planes de Defensa, pero la decisión se llevó finalmente a efecto, lo que creó una gran tirantez entre los responsables políticos de la ciudad y los representantes de los afectos.

La información de Radio Huesca señala que otro signo que alienta el optimismo es la existencia de una circular que restaura las guardias en el cuartel.

Esta medida es interpretada como una muestra de la voluntad de los máximos responsables del Ejército en Defensa de dar algún tipo de uso a una instalación de considerables dimensiones y excelente ubicación antes de que se degrade tras el cierre.