El Gobierno autonómico forzó ayer la dimisión del director del Conservatorio Superior de Música de Aragón, Pedro Purroy, pese a que, cuando se conocieron las supuestas irregularidades que se habían cometido en la contratación de profesores, el Departamento de Educación abogó por "dejar trabajar" al máximo responsable del centro.

Fuentes del departamento se limitaron a explicar que la renuncia de Purroy "es consecuencia de las conversaciones mantenidas al respecto durante las últimos días" y reconocieron que "era lo esperado". El ya exdirector del conservatorio --que permanecerá en su plaza de profesor-- argumentó, mientras, que Educación "tiene otro modelo, que no se corresponde a la idea que yo tengo".

Purroy, que declaró ayer "estar orgulloso de que el centro se haya convertido en referencia durante sus diez años", fue apartado de la gestión y relegado a las parcelas exclusivamente académica y artística, después de que EL PERIÓDICO informara, el pasado día 6, de que Inspección de Trabajo había impuesto una sanción al centro de 500.000 euros por no haber abonado las cuotas de la Seguridad Social correspondientes a la contratación de profesores.

El conservatorio no habría abonado las cuotas de los cursos 2009-2010 y 2010-2011. El propio Purroy atribuyó esta situación al reciente incremento de horas lectivas impartidas por los docentes que no forman parte de la plantilla. "Este tipo de profesores tenían que trabajar en orquestas prestigiosas, que eran las que asumían el pago de la Seguridad Social, o ser autónomos, mientras el conservatorio efectuaba un pago por obra y servicio que incluía el IRPF", dijo entonces.

Al frente de la gestión puramente administrativa del conservatorio, Educación situó en ese puesto y de manera provisional a la funcionaria Marta Puente. Será ella la que, "hasta la primavera", siga asumiendo esas funciones. Entonces, el Ejecutivo hará públicas sendas convocatorias, "para la dirección del conservatorio, y también para la de la Escuela de Diseño y para la dirección de Restauración".