Los incidentes ocurridos el pasado domingo en Zaragoza coincidiendo con la asamblea organizada por Unidos Podemos y celebrada en el pabellón Siglo XXI tuvieron ayer su continuación en el Congreso de los Diputados. Y a cuenta del episodio acabaron enzarzados el Gobierno, a través de la vicepresidenta, y el portavoz de En Comú Podem.

Xavier Doménech, en el último pleno de control antes del 1-O, utilizó su turno de palabra para recriminar al Ejecutivo la falta de efectivos policiales mientras, según dijo, 6.000 policías y guardias civiles han sido desplazados a los puertos de Tarragona y Barcelona.

ACTUACIÓN PARTIDISTA / «Cuando se reúnen cargos electos que representan a millones de personas, ahí no ponen policías, ahí no los protegen», inquirió. Y acusó al Gobierno de haber actuado como partido.

Soraya Sáenz de Santamaría les afeó su doble rasero a la hora de valorar el papel de la Policía. Y les recriminó que cuando son ellos los que salen a la calle la consideran «represiva», pero la reclaman «como garantía de sus derechos y libertades» cuando están dentro de un mítin.

Asimismo, la vicepresidenta le recordó que Podemos y En Comú defienden el Estado de Derecho «dependiendo del momento» y el cumplimiento de la ley «según la hora y el lugar». «Consideran una violación de derechos y libertades cuando son los escrachados, y jarabe democrático, como diría Pablo Iglesias, cuando sus señorías son los escrachantes», añadió.

Saénz de Santamaría recordó a Doménech que el cumplimiento de la ley «no depende ni del día de la semana ni de las ubicaciones geográficas», pero «tampoco de posturas ideológicas». «Empiecen a defender la democracia por igual y en todo momento y a recuperar la coherencia», le exigió.