Gobierno de Aragón y Universidad de Zaragoza avivaron ayer sus diferencias respecto a la financiación de la institución académica, que reclama a la DGA algo más de 50 millones de euros por incumplir el acuerdo firmado en el 2011 con el anterior Ejecutivo y que, en caso de no pagar antes de tres meses, llevará al Ejecutivo ante la Justicia. Ayer, el enfrentamiento tuvo como protagonistas a Roberto Bermúdez de Castro, consejero de Presidencia y número dos del Gobierno autonómico, y el rector, Manuel López, que aseguró, a primera hora de la mañana justo antes del comienzo de la sesión anual del Claustro, que la presentación del requerimiento y la amenaza con acudir a los tribunales no habían modificado el panorama ni se habían llevado a cabo negociaciones con la DGA.

"No ha habido ninguna reunión con el Gobierno desde el pasado mes de julio y no hay ninguna negociación sobre la financiación de la universidad", aseveró López, que aseguró no haber recibido "ninguna llamada ni ninguna convocatoria para poder hablar de una negociación".

López, quien recordó que la deuda de la institución asciende a 31 millones de euros, solo admitió "contactos" aunque ninguno en las últimas semanas e insistió en que "no ha habido un diálogo concreto" y se mostró escéptico ante la posibilidad de un encuentro a corto plazo. "Ellos convocan y a mi no me han convocado", dijo.

Ante las criticas a la universidad vertidas desde la Administración por demandar más recursos económicos y la acusación de "insolidaria" por parte de la propia presidenta, Luisa Fernanda Rudi, López señaló que "son palabras" y lo enmarcó en un reproche "amable", pero replicó que "cuando el Gobierno reclama más financiación para Aragón no es insolidario sino que está pidiendo la financiación que solicita, que necesita. Igual que nosotros".

Sin embargo, el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, desmintió al rector al asegurar que sí ha habido reuniones entre el Ejecutivo y la institución académica, aunque el rector "no haya asistido" a ellas.

ACUSACIÓN

Bermúdez de Castro llegó a pedir a López que "no haga política" con este asunto, porque su tiempo político "ya pasó", y rehusó "alimentar polémicas" ni "entrar en partidos de tenis o de frontón" que "ni interesan a nadie ni van a ningún lado".

En este sentido, reiteró que sí que ha habido reuniones en la mesa de negociación abierta entre ambas instituciones para tratar de llegar a un acuerdo sobre la financiación en la que participaba el director general de Universidades por parte del Gobierno de Aragón, Tomás Martínez. "Que él --López-- no fuera no significa que no mandara a gente", enfatizó Bermúdez de Castro, que sí admitió que "al menos oficialmente" no se han producido encuentros desde que se conocieron los presupuestos de la comunidad para el próximo año.

El consejero manifestó que "hay que seguir intentando llegar a un acuerdo" aunque considera "difícil" que se incremente el capítulo de los presupuestos que fija la transferencia corriente, pero "cualquier obra de emergencia se acometerá", expuso.

Las palabras de Bermúdez no tardaron en llegar al Claustro y fueron acogidas con estupor por el rectorado. En la universidad se confirman contactos de algunos vicerrectores con el director general de Universidades pero aseguran que solo para hablar de profesorado o titulaciones y rechazan cualquier negociación sobre financiación.