El Gobierno de Mariano Rajoy hará oficial hoy, en Consejo de Ministros, el que, con seguridad, será el golpe definitivo para el Instituto del Cambio Climático (I2C2). Porque la intención del Ejecutivo de suprimir el consorcio del organismo como una de las medidas incluidas en su reforma de las administraciones, apunta a ser el golpe de gracia para un instituto que el Gobierno central había prometido abrir en el 2009 pero para el todavía no había invertido un solo euro para obras.

Incluso, y como informó EL PERIÓDICO el pasado domingo, el pabellón de España del recinto de la Expo, que estaba destinado a acoger el Instituto del Cambio Climático, había decidido aparcar el proyecto después de acumular cinco años trabajando en la que iba a ser, en principio, la apertura de un centro de referencia internacional de investigación sobre el cambio climático. Sin embargo, el proyecto quedaba reducido a una simple oficina, aunque la última decisión del Gobierno estatal supone el revés definitivo.

SIN INVERSIÓN Atrás quedan las intenciones del Ejecutivo, que había programado una inversión de 2,14 millones de euros en el 2013 y algo más de un millón en el 2014, pero el pasado mes de abril, el Gobierno ya admitió, a pregunta formulada por CHA, no haber invertido cantidad alguna en la rehabilitación del pabellón inicialmente destinado a acoger el centro de investigación y que, por consiguiente, se ahorraba la cantidad presupuestada y la destinaba a otros proyectos.

Uno de los escasos movimientos realizados en torno al Instituto del Cambio Climático se produjo en noviembre del 2011, cuando la investigadora valenciana, María José Sanz, fue nombrada directora del organismo. Desde entonces, y a expensas de la reforma del pabellón de España, Sanz ejercía desde la Delegación del Gobierno, donde figuraba la sede del instituto.