La segunda jornada del juicio a una supuesta red de tráfico de drogas en Huesca se centró ayer en la toma de declaración a los testigos, 12 policías nacionales y un civil propuesto por el fiscal. Todas las preguntas giraron en torno a la figura del único de los ocho acusados que el pasado lunes no reconoció los hechos y proclamó su inocencia.

M. K. E. niega su pertenencia a la red, a la que se incautaron en el 2016 un total de 621 kilos de resina de cannabis y uno de cocaína. Pero el fiscal mantiene la acusación contra él y ayer preguntó sobre pruebas que supuestamente lo inculpan, como una grabación telefónica y un seguimiento del que pudo ser objeto durante la investigación.

ÚLTIMA SESIÓN // La jornada de hoy estaba destinada a los peritos, pero solo comparecerá uno, según indicó la letrada Paula Vázquez, representante legal de uno de los coacusados que reconoció los hechos. El citado experto, explicó, ha sido citado para que explique a quién pertenece la voz de una persona sometida a una escucha telefónica.

Está previsto que el juicio termine hoy con la presentación de las conclusiones y la lectura de los informes de las partes. Se podrá saber qué pena impone finalmente el ministerio público a los siete imputados que admitieron su culpa, que se verá rebajada merced al acuerdo alcanzado entre la fiscalía y las defensas.

La red desmantelada operaba entre las ciudades de Huesca y Lérida y traía la droga del sur de España. Sus componentes se dedicaban a la distribución a pequeña escala. Estaba compuesta por siete marroquís residentes en España y un nacional.

Esta organización fue objeto de un espcial seguimiento por parte de grupos especializados de la Policía Nacional en la provincia de Huesca, con operaciones que incluyeron seguimiento de vehículos y pinchazos autorizados de teléfonos particulares.

Con su puesta en fuera de juego, se causó un fuerte golpe al tráfico de droga al por menor en Huesca y su provincia.