--Hoy es un milagro reeditar un libro.

--Sin duda. Para mi sorpresa el libro siempre ha estado vivo. Y eso que no tuvo una buena salida...

--¿Qué quiere decir?

--Que cuando lo presentamos en Calatayud, el ayuntamiento tuvo la gentileza de regalar algunos ejemplares a los asistentes y algunos de éstos, lo miraban un poco por encima y lo dejaban.

--¿Tanto les asustaba el tema?

--Bueno, es la historia real, muy descarnada, de doce putas. Un relato poético en una especie de jácara, con la intención de recuperar esa poesía popular que habla de algo muy a ras de suelo.

--Hombre, sin duda relatar las vidas de unas prostitutas casi es periodismo de investigación.

--Sí, porque detrás de esas historias hay cinco años de trabajo, de recorrerme la ruta Madrid-Barcelona, parando en las casitas con luces de colores... Un poco como Conrad cuando escribió aquella excursión a la selva en pos de los salvajes y que dio lugar a la película que todos conocemos como Apocalypse Now. Yo he navegado por un río de asfalto...

--Una investigación que intuyo poco cómoda.

--Incluso peligrosa. Cuando los que estaban detrás de las barras en esos puticlubs me veían tres veces sin consumir, es decir, sin hacer uso de las chicas, ya se mosqueaban.

--¿En serio?

--Por supuesto. Hubo momentos muy tensos en que me pregunté por qué me había metido en esos jaleos. Una vez me acompañó un amigo periodista y nos pincharon las ruedas, y al ver a uno de esos matones se le aflojaron las piernas y se echó a llorar.

--¿Hace falta tanto riesgo para escribir un libro de poemas?

--Por la inconsciencia que tenemos a veces los aragoneses...

--La tendrá usted. A mí no se me ocurriría jamás...

--(risas) Tienes razón, la inconsciencia es solo mía... Fue un impulso, un deseo de tratar en poesía temas de personajes perdedores, reales. El romance siempre habla de reyes y señores feudales y aquí hablamos de estas mujeres tan bien descritas por escritores como Valle Inclán, de esa sociedad a veces escondida...

--¿Sabe si las protagonistas han leído su libro?

--Lo desconozco. Lo que sí es cierto es que cuando se publicó recibió una crítica muy loable en un periódico de tirada nacional y le dio alas, lo propulsó. De ahí esta reedición.

--En efecto, el poemario es muy abierto, muy crudo.

--Con expresiones en spaninglish, o en lunfardo, en tantas lenguas como hablan las nacionalidades de estas chicas.