Los once alumnos de la primera promoción de Mecatrónica Industrial, impartida por el grupo San Valero, en las instalaciones de BSH se graduaron ayer.

Este ciclo, que desde el 2012 se impartía como Certificado de Profesionalidad, se instauró como tal en el 2015 tras un acuerdo entre BSH y San Valero. Desde ese momento, la mayor parte de las asignaturas y las prácticas se realizan en la planta de Montañana.

El acto contó con el descubrimiento de una placa en el aula dual, en memoria de uno de los mayores impulsores de la FP, el salesiano Mario Rubio.

El espacio destinado a la formación profesional consta de dos salas: una en la que reciben las clases teóricas y otra donde practican lo aprendido y guardan el material académico entre el que tienen hasta una célula que simula una pequeña cadena de montaje. Tres de los alumnos, Gabriel, Daniel y Eduardo, afirmaron que gracias a este dispositivo han experimentado «los problemas reales que se dan a escala reducida y así podemos saber cómo actuar».