Un prisma perfecto con doble fachada de cristal. Así será el edificio que albergará la sede oficial de la Expo 2008 y del Secretariado de Naciones Unidas para la Década del Agua, que diseñará el arquitecto zaragozano Basilio Tobías tras ganar el concurso de anteproyecto la semana pasada. Las oficinas, distribuidas en cinco plantas, se levantarán en una parcela del meandro de Ranillas situada frente al recinto de la exposición, en la esquina de la avenida Ranillas con la Ronda del Rabal.

Tobías acogió ayer con "ilusión y satisfacción" el fallo del jurado, que escogió su propuesta entre las 20 presentadas y que le obliga ahora a entregar el proyecto básico el 25 de noviembre y el de ejecución en febrero del 2006. Los anteproyectos de los despachos zaragozanos Franco y Pemán y Grávalos y Di Monte obtuvieron el segundo y tercer premio, respectivamente.

El arquitecto adjudicatario explicó a este diario que la sede de la Expo ocupará 3.800 metros cuadrados, repartidos entre una planta baja rectangular "muy diáfana" pensada para actos y recepciones y cuatro pisos reservados para las oficinas. El nivel de calle se distribuirá en torno a un patio acristalado, construido en estructura metálica y con doble fachada de vidrio para mejorar el aislamiento. "Los ascensores también serán de cristal. Cuanta más transparencia, mejor", dijo.

Las oficinas ocuparán un prisma que se elevará sobre la planta baja, creando un voladizo de entre cinco y seis metros de anchura. Los despachos tendrán un primer "muro cortina" de cristal, separado por una pasarela peatonal de una segunda piel de cristal, compuesta por lamas horizontales y orientables que darán color al edificio. "Cada una de las fachadas tendrá una tonalidad distinta, aunque la composición requiere de un estudio específico. La pasarela dispondrá de iluminación continua, por lo que el edificio será de noche como un farol", señaló Tobías.

JARDINES CON VISTAS El anteproyecto de las oficinas, calificado de "muy minimalista" por su autor, dispondrá de dos terrazas ajardinadas. La inferior, que ocupará la cubierta libre de la planta calle, incluso contará con pérgolas y estará conectada al patio con el objetivo de ser utilizado en actos públicos. Las vistas privilegiadas al parque del meandro y al recinto de la muestra están garantizadas, dado que no tendrá ninguna construcción que se interponga.

El edificio, cuya fachada podría estar serigrafiada para identificarlo como sede de la Expo, costará 4,5 millones de euros, inversión a la que debe sumarse los 180.000 euros de la redacción del proyecto.