El Ayuntamiento de Zaragoza y las empresas que gestionan los grandes escenarios de las fiestas del Pilar, especialmente en Valdespartera y el Párking Norte de la Expo, se han tomado en serio los plazos marcados para revisar las instalaciones y ayer culminaron los montajes de las estructuras que, a partir de hoy, empezarán a inspeccionar los técnicos municipales. El decreto de Espectáculos de la DGA fijaba un mínimo de cinco días y el consistorio exigió el doble, diez, antes de que se abran las puertas. Y ese plazo terminaba ayer, por lo que todo avanza en el plazo previsto. En el caso del área de Servicios Públicos eran tres: Espacio Z de Valdespartera, el circo de las ferias y la carpa de la Oktoberfest donde el año pasado cayó una viga que provocó heridas de gravedad a una visitante.

Este incidente acabó en los tribunales, en un juicio que sigue pendiente de sentencia, y obligó a extremar el celo con el que se realizan las inspecciones municipales. Pero ya ha culminado la parte «estructural» de estas carpas y «quedarán por poner cosas menores», como la cartelería y otras cuestiones que no son objeto de la revisión.

«A partir de mañana (por hoy) y durante estos tres próximos días es el periodo en el que se van a hacer las inspecciones», explicaron ayer fuentes oficiales de Servicios Públicos, quienes indicaron que «la normativa exige esta inspección, que no será la primera». «Se ha ido un poco más allá del decreto y se han ido haciendo también durante el montaje, levantando actas de inspección. Al final hay una certificación del director de la obra», explicaron.

A continuación, y en función de si se detectan irregularidades a subsanar, es el ingeniero del área el que pasa la inspección final, y de su visto bueno depende que Bomberos pase a examinar las medidas de prevención y autoprotección y Policía Local haga lo propio con la cartelería de prohibición de venta de alcohol a menores, entre otras cuestiones. Por lo tanto, el ayuntamiento este año realizará una «triple inspección» que disipe todas las dudas sobre la supervisión que se realiza de todas las instalaciones abiertas al público.

Más sencillo lo tendrán los feriantes, que deben cumplir con la tramitación administrativa igual que los grandes escenarios «pero no les afecta el decreto» de la DGA, por lo que las inspecciones son diferentes. «Hay una certificación propia de los que montan y luego del ayuntamiento», indicó Servicios Públicos.