Más de unas 4.000 hectáreas de frutales, cereal y viñedos quedaron afectados por la tormenta de granizo que el domingo descargó en la parte central de la comunidad aragonesa. Las zonas que más notaron las consecuencias fueron el Bajo Cinca y el Campo de Cariñena. En esta última, se perdieron 2.500 hectáreas en Alfamén de viña, cereal y fruta (la cereza un 100%). En Almonacid de la Sierra, 1.000 hectáreas también de viña, cereal, tomate para industria y fruta. Tampoco se libraron localidades de la zona como Mezalocha, Longares o Muel, en las que también cayó el pedrisco. En el conjunto de la Denominación de Origen (D.O) Cariñena se vieron dañadas entre 800 y 900 hectáreas de viña, con una pérdida media del 30%.

En el Bajo Cinca, los productores de fruta de Torrente de Cinca y Mequinenza sufrieron graves daños, y en algunos casos del 100%. Perdieron entre 300 y 400 hectáreas de albaricoque, cereza y melocotón, y en menor medida, cereal y almendro. La del domingo es la segunda tormenta de granizo que afecta al municipio mequinenzano esta campaña. A principios de la semana pasada, el granizo ya produjo daños en algunos cultivos.

Desde el sector piden celeridad a la hora de peritar los daños. La Unión de 6Agricultores y Ganaderos (UAGA) manifestó su preocupación por la pérdida de renta que suponen estos siniestros a los productores, ya que "los seguros agrarios difícilmente cubren en su totalidad", pero también porque los daños en la cosecha suponen "la no contratación de trabajadores para su recogida". El presidente de la D.O. Cariñena, Antonio Ubide, lamentó las afecciones de los viticultores de la zona, aunque aseguró que las cifras totales "no son demasiado significativas para toda la denominación, y representan el 3 o 4% de todo lo recogido al año".

Fuentes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) consideraron que se trató de un episodio normal en estas fechas, y que "probablemente se repetirá en más ocasiones conforme se acerque el verano".