La lluvia fue ayer la protagonista de la jornada en todo Aragón, aunque en algunos municipios de la Ribera del Ebro como Pinseque, Pina de Ebro, Alagón o Tierga el agua vino acompañada de fuertes granizadas. Las intensas lluvias provocaron inundaciones también en calles de Graus, Barbastro y Huesca capital, donde se volvió a vivir una situación similar a la de hace una semana.

Una de las granizadas tuvo lugar en la localidad zaragozana de Pinseque. El pedrisco dejó gran cantidad de coches abollados, así como lunas y ventanas rotas en muchas casas. El fenómeno apenas duró media hora, aunque el tamaño del granizo fue como el de un huevo.

En Tierga el pedrisco causó numerosos daños en este municipio de la comarca del Aranda. El pedrisco, del tamaño de una pelota de tenis en este caso, destrozó el techo de uralita del pabellón, y provocó la rotura de algunas lunas de vehículos y dejó afecciones en varios tejados y canalones de las viviendas.

En Zuera, la tromba de agua causó afecciones e inundaciones en los accesos al municipio. La lluvia y el granizo fueron también intensos en Alagón, Alfajarín, Bujaraloz, Torralba de Ribota y Osera de Ebro.

HUESCA

La capital oscense volvió a revivir situaciones como las sucedidas hace una semana cuando varias calles se inundaron debido a la fuerte intensidad de las lluvias. Las arquetas no dieron de sí tras el gran aguacero que descargó en Huesca. Las calles más afectadas fueron Artes Gráficas, Martínez de Velasco, Sena, avenida Monegros, plaza Santa Clara o Doña Sancha con calle Alcañiz.

Además, en el polígono Sepes quedaron anegadas varias vías de acceso y algunas instalaciones. Para hacer frente a las consecuencias de la lluvia, el Ayuntamiento de Huesca desplegó un operativo en el que alrededor 70 personas trabajaron en diferentes puntos de la ciudad para evitar daños mayores. La concejala de Urbanismo, María Rodrigo, recorrió los puntos más afectados y visitó a particulares que sufrieron desperfectos en sus negocios y comercios. "Nos han trasladado su preocupación por que esta situación pueda volver a producirse", dijo, y añadió que "una vez más hemos constatado la necesidad de acometer obras de mejora del saneamiento para evitar que se repita esta situación".

El parque Miguel Servet se cerró como medida de seguridad. En el parque Mártires de la Libertad, se produjeron arrastres pero las defensas que el consistorio acondicionó evitaron que afectaran a la calzada. El personal del Área de Medio Ambiente trabajó durante toda la tarde en la limpieza de los arrastres de tierra que colmatan los sumideros en zonas cercanas a los parques ante la previsión de que vuelva a llover.

En Gistaín, la fuerte tromba de agua obligó a los vecinos a utilizar sus coches para trasladar hasta el autobús a 86 niños y 26 adultos que volvían de un campamento en San Juan de Plan. Al final de la tarde llegaron en el bus a Zaragoza sin sufrir daños.

Las fuertes lluvias llegaron también a la zona de los Monegros y causaron graves inundaciones en las calles de Graus y Barbastro.