La organización ecologista Greenpeace ha elaborado un informe en el que plantea que las energías renovables, la agroindustria y el turismo de experiencias son las posibilidades de desarrollo para la comarca minera de Teruel, ante el escenario del fin de la explotación del carbón. Tras el cierre, el pasado 31 de diciembre, de la última mina de interior de Aragón, ubicada en Ariño.

Las comarcas mineras como la de Teruel ven ya cerca un futuro sin carbón y la realidad es que no ven futuro, porque tal y como demuestra el estudio de la organización ecologista, siguen siendo muy dependientes del lignito.

«Si se hubieran hecho estos trabajos desde el principio, quizá la transición ya se hubiera hecho con los fondos que se han invertido», explicó a Efe Tatiana Nuño, responsable de Energía y Cambio Climático de Greenpeace.

Bajo el título Más allá del carbón. Alternativas sostenibles para el futuro de las cuencas mineras. Estudio de caso: El desarrollo alternativo de la cuenca minera de Teruel, el informe es el primero que realiza de manera detallada la oenegé sobre una zona minera, apunta Nuño. El futuro pasaría por el turismo de experiencias, el sector agroalimentario y el desarrollo de energías renovables, para lo que la zona tiene, según Nuño, mucho a su favor, al contar con estructuras de evacuación previas y de grandes redes de transporte de energía.

También destaca el estudio la existencia de recursos energéticos tanto en energía solar como en eólica y en menor medida biomasa.