Un grupo de investigadores del campus universitario de Huesca se han hecho cargo de la coordinación del plan de restauración en la comarca turolense de las Cuencas Mineras de 1.200 hectáreas de monte que se vieron afectadas en 2009 por un incendio forestal que arrasó la zona.

Según informa la Universidad de Zaragoza, el responsable científico de esta iniciativa de recuperación medioambiental es el profesor José Manuel Nicolau, del grupo de investigación de Restauración Ecológica.

Con este plan, a desarrollar a lo largo de los próximos cuatro años, se pretende crear un bosque para el "siglo XXI", adaptado al cambio climático y a los diferentes restos que afrontan los espacios naturales del entorno.

"Plantando Agua" es el nombre dado a este proyecto, que financia la compañía Coca Cola y que afecta a espacios naturales situados en los términos municipales turolenses de La Zoma, Cañizar del Olivar y Castel de Cabra.

La Fundación Ecología y Desarrollo, que también participa en la iniciativa, impulsó previamente un proceso participativo entre vecinos y responsables de instituciones de la zona afectada para tratar de identificar sus preferencias en relación a los futuros usos a dar al monte y a los posibles proyectos a desarrollar.

Los vecinos se pronunciaron a favor de la restauración medioambiental de las 9.000 hectáreas afectadas por el incendio.

Preparar la zona para hacer frente al cambio climático, que supondrá una menor disponibilidad de agua para las plantas, es uno de los retos a los que se enfrenta el grupo investigador, que también se preocupa por los incendios forestales debido al elevado número de rayos que se producen en el Sistema Ibérico.

La expansión del ungulados silvestres como la cabra montés, el corzo y el jabalí en detrimento del ganado doméstico, que implica una intensa actividad herbívora sobre las plantaciones, y la necesidad de integrar estos montes en las economías locales son los otros retos de los que se ocupan los investigadores.

El proyecto prestará especial atención a los efectos sobre el ciclo del agua derivados de la reforestación, que se llevará a cabo a través de plantaciones y de ayudas a la regeneración natural.

Para preparar los bosques frente al cambio climático, los expertos prevén reducir la densidad de las plantaciones con especies vegetales frugales y realizar tratamientos a fin de disminuir la generación de biomasa.

Además, frente a los incendios se proyecta el plantado de especies capaces de rebrotar o germinar tras el fuego como encinas, quejigos, sabinas y pinos silvestres.